Es un relato autobiográfico de las experiencias vividas en el Colegio Nacional de Buenos Aires entre 1863 a 1868, en el que estuvo interno tras la pérdida de su padre. En un principio narra la dura adaptación a una disciplina férrea y pésima alimentación. Solo y triste encuentra refugio en la lectura. En sucesivos capítulos relata las escapadas fuera del colegio con su compañero Benito Neto, los castigos a los que son sometidos o la huella dejada del profesor Amédée Jacques. Unas memorias entrañables, narradas en primera persona con un lenguaje espontáneo que da lugar a una lectura fácil, llena de los recuerdos vividos por un adolescente.
Miguel Cané (1851 – 1905), fue un escritor y político argentino, una de las plumas más representativas de la Generación del 80 de la Literatura argentina. Hombre de mundo, cosmopolita, francófilo, embajador de su país en Europa y América, fue enviado en 1881 en misión diplomática ante Venezuela y Colombia. Pero antes pasó por las costas brasileñas y africanas; irremediablemente se detuvo en París y Londres para luego bajar a las Antillas, de cuya negra sensualidad lo sorprende; finalmente recala en su destino. Si en los recorridos por Europa luce toda la elegancia chic de la belle époque, en las dificultades de un extranjero que remonta el peligroso río Magdalena y llega a la culta Bogotá, asoman las sorpresas del observador, los prejuicios del hombre blanco, y sobre todo, las siempre buenas cualidades de una prosa inteligente.
Miguel Cané (1851 – 1905), fue un escritor y político argentino, una de las plumas más representativas de la Generación del 80 de la Literatura argentina. Hombre de mundo, cosmopolita, francófilo, embajador de su país en Europa y América, fue enviado en 1881 en misión diplomática ante Venezuela y Colombia. Pero antes pasó por las costas brasileñas y africanas; irremediablemente se detuvo en París y Londres para luego bajar a las Antillas, de cuya negra sensualidad lo sorprende; finalmente recala en su destino. Si en los recorridos por Europa luce toda la elegancia chic de la belle époque, en las dificultades de un extranjero que remonta el peligroso río Magdalena y llega a la culta Bogotá, asoman las sorpresas del observador, los prejuicios del hombre blanco, y sobre todo, las siempre buenas cualidades de una prosa inteligente.