"Todo desarrollado pensamiento del hombre pasa al mundo interno, y asociado o mejor diríamos entrefundido con una medio inteligente fuerza de los reinos elementales, se convierte en una entidad activa que como engendrada por la mente sobrevive durante un período proporcional a la intensidad del impulso que la generó. Así un buen pensamiento se mantiene como una fuerza activa y benéfica, y uno malo como un maléfico demonio. De esta suerte el hombre está continuamente poblando su ambiente con un mundo de su creación, henchido de los brotes de sus caprichos, deseos, impulsos y pasiones, que reaccionan sobre cualquier organismo sensitivo o nervioso puesto en contacto con ellos, en proporción de su dinámica intensidad. El budista llama a este fenómeno su escanda; el hinduista le denomina karma."
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