Danette Michaels conocía las reglas del juego cuando se convirtió en la amante secreta del príncipe Marcello Scorsolini. No habría matrimonio entre ellos, ni futuro en común, ni reconocimiento público. Sólo tenía su fuerte cuerpo siciliano y toda su pasión.
Pero Danette no soportó seguir siendo su inconfesable secreto ni un día más. Quería todo o nada; y eso significaba que su aventura había terminado.