Después de analizar en la monografía 1 el contenido, pasamos a estudiar el contenedor desde un punto de vista perceptivo, aprovechando los conocimientos adquiridos sobre la “exposición”, pero aplicados a la arquitectura, que por cierto es objeto, soporte y contenedor a la vez. En un proceso de aproximación iremos desde el punto de vista lejano, a uno próximo, para acabar metiéndonos dentro y estudiar el interior.
LA ARQUITECTURA COMO SOPORTE EXPOSITIVO
Iniciamos en este segundo libro dedicado al contenedor el acercamiento al edificio, estamos ya frente a frente, ya la hemos elegido y por tanto individualizado frente al conjunto; es el equivalente a la visión próxima de las obras en los museos. De cerca: La aproximación. Si estudiábamos en la anterior monografía, la percepción del conjunto urbano, es preciso dar un paso más y desarrollar el proceso que nos lleva a seleccionar determinados edificios e individualizarlos del entorno, es decir “sacar” y aislar del todo, las partes. Frente a frente a las fachadas. Los estudios de los paramentos exteriores de un edificio, siempre se habían visto desde los parámetros arquitectónicos, espaciales, estructurales y constructivos; me parecía importante aportar otra mirada más próxima al plano, y que mejor que contar con la experiencia de un pintor para trasladar los conocimientos compositivos a la arquitectura. La segunda piel. La arquitectura en la ciudad sirve también como soporte (panel expositivo) de muchas otras “obras”: publicidad, arte, etc., que superponen sobre su percepción una segunda lectura que merece la pena analizar con un poco de detenimiento.
LA ARQUITECTURA COMO SOPORTE EXPOSITIVO
Iniciamos en este segundo libro dedicado al contenedor el acercamiento al edificio, estamos ya frente a frente, ya la hemos elegido y por tanto individualizado frente al conjunto; es el equivalente a la visión próxima de las obras en los museos. De cerca: La aproximación. Si estudiábamos en la anterior monografía, la percepción del conjunto urbano, es preciso dar un paso más y desarrollar el proceso que nos lleva a seleccionar determinados edificios e individualizarlos del entorno, es decir “sacar” y aislar del todo, las partes. Frente a frente a las fachadas. Los estudios de los paramentos exteriores de un edificio, siempre se habían visto desde los parámetros arquitectónicos, espaciales, estructurales y constructivos; me parecía importante aportar otra mirada más próxima al plano, y que mejor que contar con la experiencia de un pintor para trasladar los conocimientos compositivos a la arquitectura. La segunda piel. La arquitectura en la ciudad sirve también como soporte (panel expositivo) de muchas otras “obras”: publicidad, arte, etc., que superponen sobre su percepción una segunda lectura que merece la pena analizar con un poco de detenimiento.