Aunque nacida en Cádiz, Eloísa D´Herbil pasó su infancia en Cuba y
siempre se consideró cubana. Niña prodigio de la música, pianista
discípula de Franz Liszt, se presentó en teatros de toda Europa y
América y llegó a actuar para la reina Victoria. Llevó una vida nómade
hasta 1868, cuando se radicó en Buenos Aires con sus padres. Allí unió
la música clásica al son cubano y al flamenco para arribar finalmente al
tango. Hasta avanzado el siglo XX, la baronesa del tango era famosa por
sus tertulias en las que además de música ofrecía un espacio cosmopolita
de expresión que albergaba las más diversas tendencias políticas.
Sarmiento, Mansilla, Mitre, Roca y también Alem fueron sus invitados, y
amigos.
En 1921, ya anciana, Eloísa conoce a Rosa Morena Margall, una bailaora
flamenca que la deslumbra con su danza. Había llegado a estas costas
huyendo de las persecuciones políticas en España y en busca de sus
orígenes. De las conversaciones entre ambas y las mil historias que
desgrana Eloísa, acicateada por la curiosidad sin límites de Rosa, surge
esta novela, una trama vibrante cruzada por los recuerdos, las pasiones
y las aventuras de la baronesa en distintas épocas y variados
escenarios.
Pero, ¿qué sabe Eloísa de Rosita? ¿Por qué esta sucesión de encuentros?
¿Qué las une más allá de la música? La intriga nos mantiene en vilo
hasta las últimas páginas.
Si es cierto que la realidad supera a la ficción, no es menos cierto que
la ficción nos acerca esa realidad, a veces lejana en el tiempo, que
buscamos desentrañar.
siempre se consideró cubana. Niña prodigio de la música, pianista
discípula de Franz Liszt, se presentó en teatros de toda Europa y
América y llegó a actuar para la reina Victoria. Llevó una vida nómade
hasta 1868, cuando se radicó en Buenos Aires con sus padres. Allí unió
la música clásica al son cubano y al flamenco para arribar finalmente al
tango. Hasta avanzado el siglo XX, la baronesa del tango era famosa por
sus tertulias en las que además de música ofrecía un espacio cosmopolita
de expresión que albergaba las más diversas tendencias políticas.
Sarmiento, Mansilla, Mitre, Roca y también Alem fueron sus invitados, y
amigos.
En 1921, ya anciana, Eloísa conoce a Rosa Morena Margall, una bailaora
flamenca que la deslumbra con su danza. Había llegado a estas costas
huyendo de las persecuciones políticas en España y en busca de sus
orígenes. De las conversaciones entre ambas y las mil historias que
desgrana Eloísa, acicateada por la curiosidad sin límites de Rosa, surge
esta novela, una trama vibrante cruzada por los recuerdos, las pasiones
y las aventuras de la baronesa en distintas épocas y variados
escenarios.
Pero, ¿qué sabe Eloísa de Rosita? ¿Por qué esta sucesión de encuentros?
¿Qué las une más allá de la música? La intriga nos mantiene en vilo
hasta las últimas páginas.
Si es cierto que la realidad supera a la ficción, no es menos cierto que
la ficción nos acerca esa realidad, a veces lejana en el tiempo, que
buscamos desentrañar.