La verdadera historia del asesinato de un inmigrante que convirtió a un pueblo acogedor en Long Island, en la zona cero en la guerra contra la inmigración.
En noviembre del 2008, Marcelo Lucero, un inmigrante Ecuatoriano de treinta y siete años, fue atacado y asesinado por un grupo de adolecentes cuando caminaba por las calles de Patchogue acompañado por un amigo de infancia. Los atacantes iban a cazar beaners —término despectivo para Latinos— siguiéndolos y acosándolos, que, llegaron a confesar los adolecentes, formaba parte de su entretenimiento habitual. Los latinos en Estados Unidos, son mayormente hombres, y aunque no todos inmigrantes, se han convertido en el blanco de ataques de odio en años recientes. La nación lucha con la creciente cantidad de inmigrantes indocumentados, donde los suburbios se han convertido en el primer lugar de destino, y donde los políticos pueden avanzar su carera arrojando una retorica anti-inmigrante.
Lucero trabajaba en una tintorería cuando cayó víctima a la fiebre anti-inmigrante. A raíz de su muerte, Patchogue fue puesto en primera plana, un casi desconocido suburbio de Estados Unidos, se convirtió en la zona cero en la guerra contra la inmigración. Tras su muerte, Lucero se convirtió en símbolo de todo lo malo de nuestro sistema migratorio: oportunidades disminuyentes para obtener visas para viajar a Estados Unidos, fronteras porosas, una dependencia creciente de trabajo a bajo costo y el aumento de la intolerancia.
Tomando de entrevistas de primera mano e informando del lugar de los hechos, la periodista Mirta Ojito ha elaborado un inquebrantable retrato de una comunidad luchando para conciliar el odio y el miedo en la idílica imagen del suburbio típicamente estadounidense. Con un compromiso de contar todos los lados de una historia, Ojito desenreda una narrativa apasionante con objetividad y visión, proporcionando una mirada invaluable en uno de los problemas más alucinantes de los Estados Unidos.
En noviembre del 2008, Marcelo Lucero, un inmigrante Ecuatoriano de treinta y siete años, fue atacado y asesinado por un grupo de adolecentes cuando caminaba por las calles de Patchogue acompañado por un amigo de infancia. Los atacantes iban a cazar beaners —término despectivo para Latinos— siguiéndolos y acosándolos, que, llegaron a confesar los adolecentes, formaba parte de su entretenimiento habitual. Los latinos en Estados Unidos, son mayormente hombres, y aunque no todos inmigrantes, se han convertido en el blanco de ataques de odio en años recientes. La nación lucha con la creciente cantidad de inmigrantes indocumentados, donde los suburbios se han convertido en el primer lugar de destino, y donde los políticos pueden avanzar su carera arrojando una retorica anti-inmigrante.
Lucero trabajaba en una tintorería cuando cayó víctima a la fiebre anti-inmigrante. A raíz de su muerte, Patchogue fue puesto en primera plana, un casi desconocido suburbio de Estados Unidos, se convirtió en la zona cero en la guerra contra la inmigración. Tras su muerte, Lucero se convirtió en símbolo de todo lo malo de nuestro sistema migratorio: oportunidades disminuyentes para obtener visas para viajar a Estados Unidos, fronteras porosas, una dependencia creciente de trabajo a bajo costo y el aumento de la intolerancia.
Tomando de entrevistas de primera mano e informando del lugar de los hechos, la periodista Mirta Ojito ha elaborado un inquebrantable retrato de una comunidad luchando para conciliar el odio y el miedo en la idílica imagen del suburbio típicamente estadounidense. Con un compromiso de contar todos los lados de una historia, Ojito desenreda una narrativa apasionante con objetividad y visión, proporcionando una mirada invaluable en uno de los problemas más alucinantes de los Estados Unidos.