La caminata no es un libro de cuentos cualquiera o uno más de los que se publican en Medellín; es la prolongación de una voz que se viene manifestando desde hace años a través del lenguaje audiovisual, la música y la novela y que ahora se expresa en el cuento, género en el que incursiona son gran habilidad técnica y sobre todo con autenticidad y cosas propias por decir; como las que nos transmiten estos personajes desajustados y angelicales, que constituyen una grieta en el muro de los protegidos. Este libro es el espejo roto del ascensor en un edificio de clase media.
Una vez adentro y cerradas las puertas no queda más que mirar nuestro reflejo descompuesto en esa superficie astillada por un golpe que ya nadie sabe cómo ni cuándo ocurrió.
Una vez adentro y cerradas las puertas no queda más que mirar nuestro reflejo descompuesto en esa superficie astillada por un golpe que ya nadie sabe cómo ni cuándo ocurrió.