La teoría Queer ha colocado el cuerpo en el centro de sus reflexiones y propuestas, abordándolo de dos formas: desde una mirada idealista, como algo enteramente moldeable por parte del individuo; o como una construcción social, pero reconociendo su materialidad y su carácter vulnerable.
Este ensayo analiza críticamente este dualismo y concluye que la visión idealista del cuerpo, a pesar de su aparente transgresión, es una expresión más de la tendencia dominante a entender el cuerpo como un objeto de consumo. Además, se trata de un punto de vista muy alejado de las violencias, muy carnales, que despliega el sistema de género.
«En este texto Coll-Planas traza una interesante cartografía sobre las diferentes posiciones que la teoría queer ha elaborado sobre el cuerpo en los últimos años. A diferencia de cierta postura queer-chic, que recicla las vivencias de las minorias sexuales para consumo de museos y heteros curiosos, Coll-Planas nos devuelve a la realidad de los cuerpos maltratados y sufrientes, al asesinato homófobo y a la violencia transfóbica. Su libro nos plantea el conflicto entre el cuerpo idealizado, sin límites, objeto de consumo y un cuerpo material, limitado y objeto de violencia. Gracias a La carne y la metáfora, lo queer de la la teoría y vuelve a la realidad.» Javier Sáez