Gabriel Bermúdez Castillo, historia viva de la fantasía y ciencia ficción españolas, vuelve con un sobrecogedor cuento de terror.
Hugo Tamarit es un despreciable usurero que disfruta con la desgracia ajena. Un día recibe una desconcertante noticia: su tío abuelo Zebulón, al que todos creían muerto, ha fallecido al fin, dejándoles a él y a su hermano su única propiedad. Se trata una escalofriante casucha construida en una vaguada y a la que nadie se atreve a acercarse. Dicen que está embrujada.
Pero, más extraño aún, Zebulón, que parecía vivir en la miseria, ha pagado parte de su entierro con viejas monedas de oro. ¿De dónde sacaba el viejo semejante tesoro, más propio de un museo?
Hugo, movido por su codicia, no dudará en entrar en la ominosa casucha y enfrentarse a su aura de maldad. Y a lo que quiera que habite dentro.
Hugo Tamarit es un despreciable usurero que disfruta con la desgracia ajena. Un día recibe una desconcertante noticia: su tío abuelo Zebulón, al que todos creían muerto, ha fallecido al fin, dejándoles a él y a su hermano su única propiedad. Se trata una escalofriante casucha construida en una vaguada y a la que nadie se atreve a acercarse. Dicen que está embrujada.
Pero, más extraño aún, Zebulón, que parecía vivir en la miseria, ha pagado parte de su entierro con viejas monedas de oro. ¿De dónde sacaba el viejo semejante tesoro, más propio de un museo?
Hugo, movido por su codicia, no dudará en entrar en la ominosa casucha y enfrentarse a su aura de maldad. Y a lo que quiera que habite dentro.