En un mundo de depravación y secretos, ambición y deseo, el cruel y enigmático emperador Domiciano lo vigila todo, temiendo ser asesinado por cualquiera... excepto por la esclava que lo fascina.
Roma, septiembre del año 8I d.c. «Acepto ser quemado por el fuego, atado con cadenas, azotado con varas y muerto a hierro.»
Arius el Bárbaro hace honor al juramento de los gladiadores y se convierte en uno de los hombres más conocidos de la Roma de Domiciano por su temeridad y brutalidad en la arena. Thea, la culta esclava procedente de Judea, se enamora de él cuando acompaña a su dueña, la pretenciosa Lépida Pollia, a este cruel espectáculo. Mientras Lépida aspira a convertirse en la mujer más poderosa de Roma cautivando el corazón del emperador Domiciano, este solo tiene ojos para Thea, por la que podría perderlo todo.