En 1834 España vive una guerra cainita. Liberales y conservadores se disputan el poder para sus ambiciones personales. La condesa de Padura, antigua amante de una de las figuras más inquietantes de la época, Juan Álvarez Mendizábal, llega a San Juan de Acre para cumplir una misión confidencial que pretende zanjar la contienda al otro lado del Mediterráneo. La acompañan su perro, su secretario y Calígine, una mamba negra. Perseguida por sicarios del omnipotente obispo Du Croÿ y amada por quien será su aliado, el gobernador Fernando Leza, la condesa de Padura no sucumbirá al desánimo y pagará con coraje el precio de sus decisiones.
Doce años atrás Teresa Salama Shlom, joven parisina de ascendencia española y sangre judía, se convertirá en aristócrata la tarde en que entierra a su abuelo, por la gracia de Luis XVIII y los enjuagues cortesanos. París se recupera de la Revolución Francesa y el Terror. En una Francia con una inflación desbocada y una monarquía incapaz, Teresa viajará hasta Mónaco para recuperar medio millón de libras de manos de la familia de banqueros más poderosa de Europa: los Grimaldi. Con instinto para los negocios y temple para abrirse camino, logrará sobrevivir a la avaricia del Vaticano y a la inquina de Carlota D´Aumont, sobrina de la duquesa de Mazarino. Pretendida por un Alexandre Dumas aún desconocido en el mundo de las letras, la condesa de Padura conocerá a reyes, aristócratas, navegantes, banqueros y curia varia. Ya en Tierra Santa, será otra mujer: de conducirse en la vida con lealtad canina habrá aprendido a hacerlo como una formidable predadora.
El papel jugado por el pontífice tras la Restauración borbónica en Francia o los Cien Mil Hijos de San Luis marchando sobre España serán algunas de las situaciones en que se verá envuelta la protagonista, cuyas aventuras se imbrican en el tapiz histórico de una Europa marcada por los fantasmas de dos gigantes que nunca terminaron de morir: Robespierre y Napoleón. Esta novela, que combina con maestría el género histórico y la ficción, atestigua que la España bipartidista es hoy –o sigue siendo– lo que hace dos siglos cincelaron otros.
Doce años atrás Teresa Salama Shlom, joven parisina de ascendencia española y sangre judía, se convertirá en aristócrata la tarde en que entierra a su abuelo, por la gracia de Luis XVIII y los enjuagues cortesanos. París se recupera de la Revolución Francesa y el Terror. En una Francia con una inflación desbocada y una monarquía incapaz, Teresa viajará hasta Mónaco para recuperar medio millón de libras de manos de la familia de banqueros más poderosa de Europa: los Grimaldi. Con instinto para los negocios y temple para abrirse camino, logrará sobrevivir a la avaricia del Vaticano y a la inquina de Carlota D´Aumont, sobrina de la duquesa de Mazarino. Pretendida por un Alexandre Dumas aún desconocido en el mundo de las letras, la condesa de Padura conocerá a reyes, aristócratas, navegantes, banqueros y curia varia. Ya en Tierra Santa, será otra mujer: de conducirse en la vida con lealtad canina habrá aprendido a hacerlo como una formidable predadora.
El papel jugado por el pontífice tras la Restauración borbónica en Francia o los Cien Mil Hijos de San Luis marchando sobre España serán algunas de las situaciones en que se verá envuelta la protagonista, cuyas aventuras se imbrican en el tapiz histórico de una Europa marcada por los fantasmas de dos gigantes que nunca terminaron de morir: Robespierre y Napoleón. Esta novela, que combina con maestría el género histórico y la ficción, atestigua que la España bipartidista es hoy –o sigue siendo– lo que hace dos siglos cincelaron otros.