Un trabajo que pone al descubierto los entresijos de una de las congregaciones más poderosas y menos conocidas de la Iglesia: los Legionarios de Cristo.
En septiembre de 1946, un sacerdote mexicano de 26 años, con un pasado oscuro, escasa formación teológica y sueños de grandeza, desembarcaba en España con apenas 30 seguidores.
Marcial Maciel Degollado se decía un instrumento de Dios y acababa de fundar en su país una congregación religiosa profundamente tradicional y reaccionaria con el épico nombre de Legionarios de Cristo. Cuarenta años más tarde se había convertido en uno de los puntales del papado de Juan Pablo II, amo y señor de un inmenso complejo religioso-industrial, y soñaba con subir a los altares. Pero Maciel era en realidad un pederasta, ladrón, polígamo y morfinómano, que ocultaba sus crímenes tras una red de múltiples vidas y personalidades.
Jesús Rodríguez ha buceado en esa vida de crímenes y milagros, desde sus seminarios y universidades en España e Italia hasta sus fuentes de financiación en su feudo mexicano; se ha entrevistado con sus fieles y sus adversarios; con los que le dieron todo y a los que arrebató todo. Ha buscado la verdad siempre en pos de desentrañar el misterio de Maciel y los legionarios de Cristo.