Tratar de entender el proceso de la conquista del imperio azteca, es adentrarse en uno de los episodios más fabulosos y tristes de la historia de la humanidad. Es bien conocido que los españoles liderados por Hernán Cortés, conquistaron a los aztecas, la civilización más poderosa de Mesoamérica. Sin embargo, muchas son las preguntas que nos hacemos sobre cómo sucedieron los hechos, por ejemplo, ¿Cómo se comunicó Hernán Cortés con los aztecas?, ¿Fue Moctezuma responsable de la conquista? ¿Fue Hernán Cortés un héroe o villano?
La Conquista del Imperio Azteca. Una crónica de la colisión de dos mundos, en seis capítulos desvela los hechos históricos que precedieron y sucedieron a la conquista de los aztecas. Su crónica nos explica de manera sencilla y breve las razones que desencadenaron en la dominación del imperio español en América. Iniciando con la contextualización de la división política-geográfica de la península Ibérica y de los conflictos entre Isabel I y Juana la “Beltraneja” por la sucesión al trono del reino de Castilla. El ascenso de los Reyes Católicos y la formación del reino español para luego conocer la participación de Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo, y finalmente llegar a las expediciones a la península de Yucatán hechas por Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva.
Una historia siempre tiene protagonistas, y en ésta los aztecas juegan un rol de vital importancia. Un capítulo dedicado sólo a ellos, nos menciona los orígenes de este pueblo desde su migración de la mítica región de Aztlán hasta su establecimiento en el Valle de México en 1111; sus peripecias por conseguir el respeto de las demás tribus vecinas, de su lucha de independencia contra los tepanecas, y de su férrea disciplina por la guerra, actividad que logró darles un lugar de poder en Mesoamérica. Si bien la guerra estuvo siempre presente en la sociedad azteca, esto no significó que los aztecas fueran unos salvajes, al contrario, se exigió entre los habitantes de Tenochtitlán, el mantener una buena conducta, respetando a los mayores y a los menos afortunados.
El otro protagonista de la historia, el conquistador Hernán Cortés, un aventurero que buscó fortuna y poder en una expedición clandestina. En la península de Yucatán, a tiros de arcabuz y golpes de espada, Hernán Cortés y su comitiva española se abrieron paso en su marcha al Valle de México. La diplomacia del conquistador y un tanto de violencia convencieron a los indígenas de aliarse con los españoles para acabar con una dominación que ellos creían superior. La mañana del 8 de noviembre de 1519, Hernán Cortés entró a Tenochtitlán y fue considerado un emisario de Quetzalcóatl, tomando ventaja del carácter religioso de Moctezuma, Cortés conquistó Tenochtitlán sin disparar ningún tiro. Sin embargo, Cortés pierde la ciudad y su gran deseo por reconquistar Tenochtitlán, lo pone en la mira no sólo de los indígenas, sino también en la de sus propios soldados, quienes ven como una causa pérdida el intentar siquiera regresar a la capital del imperio azteca. Durante los dos años que duró la conquista, Hernán Cortés no sólo encontró riquezas y fama, también descubrió su destino, el de ser el conquistador y el creador de México.
La riqueza de esta crónica nos llevará a conocer de una manera más completa, más profunda y más humana la historia de la conquista. Vale la pena leer la historia, en ella encontraremos respuestas a muchas de nuestras interrogantes y nos ayudará a comprender que los grandes personajes de la historia, también son humanos que actuaron y reaccionaron con los mismos vehementes sentimientos con los que nos conducimos en la actualidad. Los conquistadores del siglo XVI, realizaron su conquista, movidos por la ira, el engaño, el amor, pero sobre todo por la esperanza de un mejor futuro.
La Conquista del Imperio Azteca. Una crónica de la colisión de dos mundos, en seis capítulos desvela los hechos históricos que precedieron y sucedieron a la conquista de los aztecas. Su crónica nos explica de manera sencilla y breve las razones que desencadenaron en la dominación del imperio español en América. Iniciando con la contextualización de la división política-geográfica de la península Ibérica y de los conflictos entre Isabel I y Juana la “Beltraneja” por la sucesión al trono del reino de Castilla. El ascenso de los Reyes Católicos y la formación del reino español para luego conocer la participación de Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo, y finalmente llegar a las expediciones a la península de Yucatán hechas por Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva.
Una historia siempre tiene protagonistas, y en ésta los aztecas juegan un rol de vital importancia. Un capítulo dedicado sólo a ellos, nos menciona los orígenes de este pueblo desde su migración de la mítica región de Aztlán hasta su establecimiento en el Valle de México en 1111; sus peripecias por conseguir el respeto de las demás tribus vecinas, de su lucha de independencia contra los tepanecas, y de su férrea disciplina por la guerra, actividad que logró darles un lugar de poder en Mesoamérica. Si bien la guerra estuvo siempre presente en la sociedad azteca, esto no significó que los aztecas fueran unos salvajes, al contrario, se exigió entre los habitantes de Tenochtitlán, el mantener una buena conducta, respetando a los mayores y a los menos afortunados.
El otro protagonista de la historia, el conquistador Hernán Cortés, un aventurero que buscó fortuna y poder en una expedición clandestina. En la península de Yucatán, a tiros de arcabuz y golpes de espada, Hernán Cortés y su comitiva española se abrieron paso en su marcha al Valle de México. La diplomacia del conquistador y un tanto de violencia convencieron a los indígenas de aliarse con los españoles para acabar con una dominación que ellos creían superior. La mañana del 8 de noviembre de 1519, Hernán Cortés entró a Tenochtitlán y fue considerado un emisario de Quetzalcóatl, tomando ventaja del carácter religioso de Moctezuma, Cortés conquistó Tenochtitlán sin disparar ningún tiro. Sin embargo, Cortés pierde la ciudad y su gran deseo por reconquistar Tenochtitlán, lo pone en la mira no sólo de los indígenas, sino también en la de sus propios soldados, quienes ven como una causa pérdida el intentar siquiera regresar a la capital del imperio azteca. Durante los dos años que duró la conquista, Hernán Cortés no sólo encontró riquezas y fama, también descubrió su destino, el de ser el conquistador y el creador de México.
La riqueza de esta crónica nos llevará a conocer de una manera más completa, más profunda y más humana la historia de la conquista. Vale la pena leer la historia, en ella encontraremos respuestas a muchas de nuestras interrogantes y nos ayudará a comprender que los grandes personajes de la historia, también son humanos que actuaron y reaccionaron con los mismos vehementes sentimientos con los que nos conducimos en la actualidad. Los conquistadores del siglo XVI, realizaron su conquista, movidos por la ira, el engaño, el amor, pero sobre todo por la esperanza de un mejor futuro.
