Una apasionante novela que desvela los códigos templarios ocultos en la obra de Gaudí y la intrigante relación del artista con la Orden.
Sebastián Munárriz, inspector de policía adscrito a la Unidad de Inteligencia Criminal de Barcelona, recibe una llamada de su amiga la periodista Mabel Santamaría del diario La Vanguardia. La periodista le pide por favor, que averigüe acerca de la muerte de una restauradora que estudiaba la meteorización de la piedra en la Sagrada Familia. El inspector Munárriz se persona en el lugar de los hechos, y los Mozos de Escuadra (Policía Autonómica de Cataluña) le informan que la joven ha caído desde lo alto de una escalera, se ha golpeado la nuca contra el canto de una mesa, y el golpe le ha provocado la muerte. Todo parece indicar que se trata de un lamentable accidente, pero un libro posado en el suelo, una ventana abierta, y la calefacción encendida le hacen sospechar al inspector Munárriz que las cosas no son como aparentan.
A partir de ese momento, el policía inicia una investigación por su cuenta que le lleva hasta la ermita de San Bartolomé (provincia de Soria) para escuchar de boca del padre Ramírez, un curioso cura de pueblo amigo de la restauradora, la visita que efectúo la chica al lugar pocos días antes de su muerte. Una misteriosa llave oculta en un libro de poesía le llevará hasta una taquilla de la Biblioteca Nacional de Madrid...
Entretanto Mabel Santamaría, del departamento de sucesos, investiga la aparición de un cadáver en la playa del Bogatell que carece de huellas dactilares en manos y pies. Aparentemente nada tiene conexión... Poco a poco el inspector Munárriz ata cabos, viaja a Zagreb y de allí a Dubrovnik donde resolverá el misterio.