Protagonista y testigo de más de tres décadas de nuestra
medicina, cuento para mis reflexiones con el privilegio de
haber visto desde primera fila sus transformaciones
profundas e impensadas, y con el abatimiento y las
satisfacciones que se sienten al ejercer el noble arte de
aliviar y de curar.
La humanidad, cuestión que me impacienta, no es menos
que los avances científicos y tecnológicos de nuestras
profesiones, es el norte de una ciencia que existe en la
medida en que ve padecer al hombre enfermo. Tal vez en
otros campos quiera el científico rivalizar con Dios y
construir, de pronto, un altar a su soberbia; en éste, su
aliento debe ser humilde, benigno y compasivo.
Enfrascado en el examen de la bondad en el ejercicio de la
labor asistencial, expondré en las próximas líneas
fundamentos y consideraciones sobre la humanidad en el
ejercicio de la medicina, y mi percepción sobre los avances
y vicisitudes de una ciencia cuya práctica demanda
altruismo como ninguna otra.
medicina, cuento para mis reflexiones con el privilegio de
haber visto desde primera fila sus transformaciones
profundas e impensadas, y con el abatimiento y las
satisfacciones que se sienten al ejercer el noble arte de
aliviar y de curar.
La humanidad, cuestión que me impacienta, no es menos
que los avances científicos y tecnológicos de nuestras
profesiones, es el norte de una ciencia que existe en la
medida en que ve padecer al hombre enfermo. Tal vez en
otros campos quiera el científico rivalizar con Dios y
construir, de pronto, un altar a su soberbia; en éste, su
aliento debe ser humilde, benigno y compasivo.
Enfrascado en el examen de la bondad en el ejercicio de la
labor asistencial, expondré en las próximas líneas
fundamentos y consideraciones sobre la humanidad en el
ejercicio de la medicina, y mi percepción sobre los avances
y vicisitudes de una ciencia cuya práctica demanda
altruismo como ninguna otra.