Durante el proceso de edición del presente libro el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publica su Informe de Desarrollo Humano, dedicado este año al tema de la seguridad ciudadana. Este informe señala que el flanco débil hoy en América Latina es la violencia, el crimen y la inseguridad. Se afirma que: «En la última década la región ha sufrido una epidemia de violencia, acompañada por el crecimiento y difusión de los delitos, así como por el aumento del temor entre los ciudadanos».
Tomando en consideración esto último, La escuela sitiada abre una ventana para la reflexión y análisis acerca de la incidencia que tiene la violencia urbana en la afectación al derecho a la educación. Una aproximación interesante y nueva para comprender desde otra perspectiva los problemas educativos que aquejan a América Latina.
Cuando el debate por el derecho a la educación se ubica en las agendas nacionales, cuando la preocupación se centra en elaborar permanentes rankings de calidad, o en las reiteradas reducciones de situar a la violencia como bullying, La escuela sitiada invita a considerar los entornos violentos en los cuales se desarrolla el trabajo de las escuelas latinoamericanas y la necesidad de abrir esfuerzos por recuperarlas como espacio de construcción de lo público, de educación para la paz y la convivencia democrática.
Tomando en consideración esto último, La escuela sitiada abre una ventana para la reflexión y análisis acerca de la incidencia que tiene la violencia urbana en la afectación al derecho a la educación. Una aproximación interesante y nueva para comprender desde otra perspectiva los problemas educativos que aquejan a América Latina.
Cuando el debate por el derecho a la educación se ubica en las agendas nacionales, cuando la preocupación se centra en elaborar permanentes rankings de calidad, o en las reiteradas reducciones de situar a la violencia como bullying, La escuela sitiada invita a considerar los entornos violentos en los cuales se desarrolla el trabajo de las escuelas latinoamericanas y la necesidad de abrir esfuerzos por recuperarlas como espacio de construcción de lo público, de educación para la paz y la convivencia democrática.