La Gaviota (en ruso: "Чайка", Chayka) es una comedia en cuatro actos de Antón Chéjov escrita en 1896; es la primera de las que son generalmente consideradas las cuatro obras maestras del dramaturgo y escritor ruso. Se centra en los conflictos románticos y artísticos entre cuatro personajes: La ingenua Nina, la anteriormente gloriosa actriz Irina Arkádina, el dramaturgo experimental Konstantín Tréplev, hijo de Irina, y el famoso escritor Trigorin.
Como el resto de los dramas de Chéjov, La gaviota depende de un bien formado elenco de diferentes y bien desarrollados personajes. En oposición a muchos melodramas teatrales del siglo XIX, escabrosas acciones (como el intento de suicidio de Tréplev) suceden tras bastidores. Los personajes tienden a hablar en circunloquios alrededor de un tema, en lugar de discutirlo expresamente, un concepto conocido como 'subtexto'.
La obra tiene una fuerte relación con el Hamlet de Shakespeare. Arkádina y Tréplev lo citan en el primer acto. También hay muchas alusiones al trama de la tragedia shakesperiana, por ejemplo, Tréplev intenta que su madre regrese y abandone al usurpador Trigorin como Hamlet intenta que la Reina Gertrudis regrese, abandonando a Claudio.
La noche de estreno de la producción fue un famoso fracaso. Cuando Konstantín Stanislavski la dirigió en una posterior producción para el Teatro de Arte de Moscú, la obra triunfó.
Como el resto de los dramas de Chéjov, La gaviota depende de un bien formado elenco de diferentes y bien desarrollados personajes. En oposición a muchos melodramas teatrales del siglo XIX, escabrosas acciones (como el intento de suicidio de Tréplev) suceden tras bastidores. Los personajes tienden a hablar en circunloquios alrededor de un tema, en lugar de discutirlo expresamente, un concepto conocido como 'subtexto'.
La obra tiene una fuerte relación con el Hamlet de Shakespeare. Arkádina y Tréplev lo citan en el primer acto. También hay muchas alusiones al trama de la tragedia shakesperiana, por ejemplo, Tréplev intenta que su madre regrese y abandone al usurpador Trigorin como Hamlet intenta que la Reina Gertrudis regrese, abandonando a Claudio.
La noche de estreno de la producción fue un famoso fracaso. Cuando Konstantín Stanislavski la dirigió en una posterior producción para el Teatro de Arte de Moscú, la obra triunfó.