En La gloria eres tú, Manuela Sáenz Silvia Miguens se deja llevar menos
por la historia oficial que por hechos y datos que le permiten
conjeturar otra historia posible, más verdadera y versímil. Es la que se
lee entre líneas en los textos de historiadores, documentos, periódicos,
cartas y, en muchos casos, en el lugar de los hechos.
A la autora le preocupa muy especialmente el rol de la mujer. Es en el
ser, el hacer y el dar de la mujer donde pone su particular agudeza, su
fe y la mayor curiosidad. En este caso, a partir de la mirada y la
palabra de Manuela Sáenz, apenas conocida por ser una de las amantes de
Bolívar, la autora esboza buena parte de la historia fundacional de la
América del Sur exponiéndola como juez y parte.
También muestra y documenta la solidaridad de las mujeres de la sociedad
bogotana que, pese a su linaje y en contra de sus propios maridos,
interceden y apoyan a Manuela Sáenz, a quien hasta entonces habían
repudiado. Aquellos que se adueñan de la historia oficial y traicionan a
Bolívar someten a Manuela al destierro obligándola a recluirse en un
perdido puerto del Perú, no tan lejano a Lima, donde años atrás, antes
de conocer a Bolívar, había sido condecorada por el general San Martín
en reconocimiento por su participación en las luchas de la
Independencia.
De este modo, además de la inevitable historia oficial, la autora nos
muestra una vez más parte del conflicto de los pueblos originarios del
sur de América y la inexorable vigencia de temas como traición,
destierro, exilio, exclusión, racismo, desplazamiento, marginación y
tantas otras enfermedades endémicas.
por la historia oficial que por hechos y datos que le permiten
conjeturar otra historia posible, más verdadera y versímil. Es la que se
lee entre líneas en los textos de historiadores, documentos, periódicos,
cartas y, en muchos casos, en el lugar de los hechos.
A la autora le preocupa muy especialmente el rol de la mujer. Es en el
ser, el hacer y el dar de la mujer donde pone su particular agudeza, su
fe y la mayor curiosidad. En este caso, a partir de la mirada y la
palabra de Manuela Sáenz, apenas conocida por ser una de las amantes de
Bolívar, la autora esboza buena parte de la historia fundacional de la
América del Sur exponiéndola como juez y parte.
También muestra y documenta la solidaridad de las mujeres de la sociedad
bogotana que, pese a su linaje y en contra de sus propios maridos,
interceden y apoyan a Manuela Sáenz, a quien hasta entonces habían
repudiado. Aquellos que se adueñan de la historia oficial y traicionan a
Bolívar someten a Manuela al destierro obligándola a recluirse en un
perdido puerto del Perú, no tan lejano a Lima, donde años atrás, antes
de conocer a Bolívar, había sido condecorada por el general San Martín
en reconocimiento por su participación en las luchas de la
Independencia.
De este modo, además de la inevitable historia oficial, la autora nos
muestra una vez más parte del conflicto de los pueblos originarios del
sur de América y la inexorable vigencia de temas como traición,
destierro, exilio, exclusión, racismo, desplazamiento, marginación y
tantas otras enfermedades endémicas.