En las últimas décadas hemos asistido a una proliferación tan considerable de novelas sobre la Guerra Civil española quem sin duda, podemos claificar este fenómeno como una suerte de moda literaria. David Becerra se pregunta: ¿a qué se debe esta eclosión de títulos que parecen cuestionar el pacto de silencio y olvido de la Transición? Pero, ¿verdaderamente lo cuestionan?, ¿son novelas que reivindican la memoria histórica o, al contrario, solamente utilizan la Guerra Civil como telón de fondo? ¿Cómo nos están contando la Guerra Civil las novelas que se escriben en la actualidad? La respuesta es este libro.
«La Guerra Civil como moda literaria propone un estudio riguroso de novelas que se limitan a usar la Guerra Civil como telón de fondo, escenario histórico atractivo y familiar para el lector español. Novelas que consciente o inconscientemente reproducen la versión franquista de la guerra civil –no la versión gruesa del primer franquismo, obviamente, sino la reelaboración más sofisticada que en los últimos años de la dictadura se hizo y que dio por buena la Transición–. Novelas que despolitizan y desideologizan una guerra tan politizada e ideologizada como aquella. Novelas históricas deshistorizadas –según los mandatos de una posmodernidad capitalista que Becerra sacude con dureza-–. Novelas que nos mueven a la reconciliación y delimitan una memoria de corto alcance, sin reparación ni justicia.» Del prólogo de Isaac Rosa
«La Guerra Civil como moda literaria propone un estudio riguroso de novelas que se limitan a usar la Guerra Civil como telón de fondo, escenario histórico atractivo y familiar para el lector español. Novelas que consciente o inconscientemente reproducen la versión franquista de la guerra civil –no la versión gruesa del primer franquismo, obviamente, sino la reelaboración más sofisticada que en los últimos años de la dictadura se hizo y que dio por buena la Transición–. Novelas que despolitizan y desideologizan una guerra tan politizada e ideologizada como aquella. Novelas históricas deshistorizadas –según los mandatos de una posmodernidad capitalista que Becerra sacude con dureza-–. Novelas que nos mueven a la reconciliación y delimitan una memoria de corto alcance, sin reparación ni justicia.» Del prólogo de Isaac Rosa