Emilio Castelar y Ripoll (Cádiz, 7 de septiembre de 1832 – San Pedro del Pinatar, Murcia, 25 de mayo de 1899) fue un político y escritor español, fue presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República Española.
Durante el reinado de Isabel II militó en la oposición a la monarquía desde diversos periódicos, al mismo tiempo que impartía clases de Historia en la Universidad de Madrid. Uno de sus artículos le costó la cátedra, siendo condenado a muerte en 1865. Consiguió escapar al exilio en París pero regresó a España con la Revolución de 1868, que destronó a Isabel II. Ya en suelo español se opuso al Gobierno provisional de Prim y a la monarquía de Amadeo I de Saboya como uno de los principales líderes de los republicanos. Con el advenimiento de la Primera República en 1873 fue nombrado ministro de Estado, después presidente del Congreso de los Diputados y por último jefe del Estado el[7 de septiembre del mismo año. Partidario de un republicanismo unitario y conservador, no tuvo objeciones en aplazar las reformas sociales y en utilizar la fuerza para establecer el orden, provocando una moción de censura en su contra de la mayoría federal, lo que precipitó el golpe de Estado del general Manuel Pavía el 3 de enero de 1874. Durante la Restauración borbónica volvió al escaño en Cortes desde posiciones próximas al dinástico Partido Liberal. Es recordado como uno de los oradores más importantes de la historia de España.
Durante el reinado de Isabel II militó en la oposición a la monarquía desde diversos periódicos, al mismo tiempo que impartía clases de Historia en la Universidad de Madrid. Uno de sus artículos le costó la cátedra, siendo condenado a muerte en 1865. Consiguió escapar al exilio en París pero regresó a España con la Revolución de 1868, que destronó a Isabel II. Ya en suelo español se opuso al Gobierno provisional de Prim y a la monarquía de Amadeo I de Saboya como uno de los principales líderes de los republicanos. Con el advenimiento de la Primera República en 1873 fue nombrado ministro de Estado, después presidente del Congreso de los Diputados y por último jefe del Estado el[7 de septiembre del mismo año. Partidario de un republicanismo unitario y conservador, no tuvo objeciones en aplazar las reformas sociales y en utilizar la fuerza para establecer el orden, provocando una moción de censura en su contra de la mayoría federal, lo que precipitó el golpe de Estado del general Manuel Pavía el 3 de enero de 1874. Durante la Restauración borbónica volvió al escaño en Cortes desde posiciones próximas al dinástico Partido Liberal. Es recordado como uno de los oradores más importantes de la historia de España.