Dos mujeres tienen veinticuatro horas para encontrar a una niña desaparecida, ya que en veinticinco, estará muerta.
El plan es simple: secuestrar a la hija del candidato al Senado, Richard McClaine, tomar el dinero y huir. Nadie sale herido y la niña vuelve a casa con vida.
La ladrona de autos de veintidós años, Kelsey Money piensa que esta es la peor idea con la cual Matt y su drogadicto hermano han salido. Pero entonces descubre que sólo sabía la mitad del plan. ¿Y el resto?: ella sería culpada de asesinato y la pequeña Holly no sería encontrada con vida.
Al otro lado de la ciudad, Elizabeth McClaine no tiene ni la menor idea de lo que su hija llevaba puesto cuando desapareció; pero, cuando descubre el fracaso anterior del detective a cargo de la investigación en otro caso similar, Elizabeth comprende que todo depende de ella.
Ahora las dos mujeres cuentan con veinticuatro horas para encontrar a Holly, porque en veinticinco, estará muerta.
El plan es simple: secuestrar a la hija del candidato al Senado, Richard McClaine, tomar el dinero y huir. Nadie sale herido y la niña vuelve a casa con vida.
La ladrona de autos de veintidós años, Kelsey Money piensa que esta es la peor idea con la cual Matt y su drogadicto hermano han salido. Pero entonces descubre que sólo sabía la mitad del plan. ¿Y el resto?: ella sería culpada de asesinato y la pequeña Holly no sería encontrada con vida.
Al otro lado de la ciudad, Elizabeth McClaine no tiene ni la menor idea de lo que su hija llevaba puesto cuando desapareció; pero, cuando descubre el fracaso anterior del detective a cargo de la investigación en otro caso similar, Elizabeth comprende que todo depende de ella.
Ahora las dos mujeres cuentan con veinticuatro horas para encontrar a Holly, porque en veinticinco, estará muerta.