We love eBooks
    Descargar La Historia de la Milla del Cartero (The Story of the Postman’s Mile) pdf, epub, ebook

    Este sitio es seguro

    Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.

    La Historia de la Milla del Cartero (The Story of the Postman’s Mile)

    Por Jose Manule Garcia-Millariega

    ¿Qué piensas sobre este eBook?

    Acerca de este libro electrónico

    Lo que les voy a contar es la historia de un sueño, casi un cuento de hadas. En el año de mil novecientos noventa y dos llegué con mi familia a la urbanización de La Fresneda (en el municipio de Siero, Asturias) y a todos nosotros nos pareció un lugar idóneo para vivir. Tenía instalaciones deportivas, muchos árboles, bosques, ríos y una gran variedad de aves. Además a un extremo del pueblo (todavía en ciernes) una pequeña colina poblada de bosque, sotobosque, arbustos, prados y algunos caseríos (surcada por caminos y senderos) parecía constituir también un lugar muy propicio para hacer ‘running’.
    Encontré en la belleza incomparable del Club de Campo un espacio deportivo excepcional para entrenar (árboles, río, aves, verdes campos...). Así que nos asentamos en La Fresneda llenos de proyectos e ilusiones. Pronto me calcé las zapatillas de clavos y me dispuse a trazar una ruta virgen sobre hierba por todo el perímetro del Club de Campo. De esa forma comencé a correr siempre sobre mis pasos, llevando a cabo todos los días el mismo recorrido, entre la hierba alta y bucólica, aprovechando las márgenes del río Noreña y del arroyo Forcón. ¡Qué tiempos tan irrepetibles!. No tardé mucho en dejar una huella sensible sobre el césped inmaculado, pues a fuerza de repetir la pisada sobre los mismos lugares ya se sabe que en cualquier sitio enseguida se termina marcando un camino.
    Por esos años comencé a salir bastante en los periódicos y también a ser muy conocido por las largas distancias que corría, al obtener buenos resultados en los cien kilómetros y tomar parte ya las 24 horas. Era funcionario de ‘Correos’ y presté por un tiempo mis servicios en la localidad de La Fresneda, de ahí que para todo el mundo empecé a ser ‘el cartero’ a secas, sobrenombre con el que se me sigue conociendo (y así será hasta que me muera) aunque llevo varios años perteneciendo a otra Administración del estado español
    Transcurrió el tiempo sin que nadie más corriera por la ‘senda del cartero’ hasta que un buen día cuando estaba entrenando comprobé que el jardinero que prestaba servicios en el Club hacía sus labores con un tractor, el cual tenía acoplado un peine de segar hierba. Aunque yo no era nadie para hacerle petición alguna (solo un socio más), lo cierto es que me aventuré a preguntarle su parecer sobre si se podría realizar una siega con el tractor por un determinado lugar, intentando más que nada tantear su buena voluntad y predisposición. ‘¿De qué se trata?’, me dijo. Y le sugerí con cierto recelo si podría dar una pasada con la segadora por donde yo entrenaba. Ante mi asombro me indicó enseguida: ‘No hay problema, eso está hecho. Dime por dónde empiezo...’. Así fue como le guié hasta un punto del sendero y comencé correr por el mismo con el tractor segando y pisándome los talones. Yo estaba encantado, porque veía que se estaba abriendo una auténtica vereda, que quedaba estupenda a la vista de cualquiera, pues parecía una verde alfombra.
    De esa forma fue como poco después ya se pudo observar a más corredores haciendo ‘footing’ por aquel circuito, incluida alguna mujer. Ese fue un punto de inflexión: era como si la hermosa franja de césped bien cortado invitase a trotar sobre ella. Y de esa manera cada vez más y más personas empezaron a hacer ‘running’ por aquel trazado inigualable, un recorrido primoroso, al lado de enormes árboles, el bosque, dos ríos y verdes praderas. Después, en el año dos mil dos, la junta directiva decidió dedicarme (con un homenaje una placa) la ya famosa ‘milla del cartero’, corriendo ya ese día ciento dos personas las primeras 24 horas de su historia, consiguiendo acumular 931 millas. Lo que ocurrió después ya fue algo imparable. Pero eso, mis queridos lectores y lectoras, tendrán que descubrirlo ya en el libro.


    Descargar eBook Link updated in 2017
    Tal vez usted será redirigido a otro sitio web
    Gracias y bienvenidos a nuestra lista de newsletter! Ops, ya se encuentra en nuestra lista.

    Definido como

    Relacionado con este libro electrónico

    Explorar colecciones

    Permanecer conectado a nosotros

    Síguenos en las redes sociales o suscribirse a nuestro boletín de noticias para mantener actualizada sobre el mundo dos libros electrónicos.

    Explorar libros electrónicos

    Ver todas las colecciones de eBooks

    Colecciones es la manera fácil de explorar nuestro directorio de libros electrónicos.