La visión más personal de Alan Moore sobre el mito de Superman.
Una serie de superhéroes genial, divertida, premiada y deseada por todos los lectores de cómic.
Premio Eisner 1997 al mejor guión
A mediados de los noventa, Alan Moore tomó las riendas de Supreme y convirtió lo que era una serie de superhéroes hipermusculados y violentos en todo un homenaje a los cómics clásicos.
Al resucitar el espíritu de la Edad de Oro y la Edad de Plata, Moore logró en primer lugar que los lectores disfrutaran con las aventuras de un superhéroe como si Frank Miller, o él mismo (y sus imitadores) jamás hubiesen existido. En segundo lugar, cambió el rumbo del género y desarrolló conceptos que siguen vigentes quince años después.
Reseña:
«El Orson Welles del cómic.»
The Guardian