¿Cuál es la lógica y el funcionamiento del capitalismo financiero? Ciertamente preguntamos por la lógica de la valorización financiera. ¿Cómo hace funcionar la aritmética financiera en esta valorización? ¿Por qué se superpone a la lógica de la valorización capitalista efectuada en la producción? ¿Por qué se desplaza desde las inversiones productivas a las inversiones especulativas? ¿Rinde más el capital especulativo que el capital productivo? Por lo menos parece cuando se trata de comparar las tasas de retorno de corto plazo con las tasas de retorno de largo plazo. Sin embargo, el rendimiento del corto plazo es provisional si no es ilusorio; resulta ser más contingente, pues se sostiene en burbujas; en cambio, el rendimiento a largo plazo, a pesar de la espera, el mayor esfuerzo, la exigencia de infraestructura y estructura sólidas, un manejo administrativo puntillosos y sistemático, a pesar entonces de sus costos, es menos contingente y asegura cierta sostenibilidad material de la economía. ¿Por qué entonces se apuesta por el capitalismo especulativo?
Hay que entender que el capitalismo funciona como economía-mundo y como sistema-mundo. Es una ingenuidad seguir manejando criterios nacionales para analizar las economías nacionales, cuando ninguna economía nacional funciona aisladamente; funcionan en el sistema-mundo. Desde esta perspectiva, la del sistema-mundo capitalista, se puede explicar esta inclinación recurrente por la especulación financiera de parte de las burguesías, la híper-burguesía mundial, los organismos internacionales del orden mundial, las instancias decisorias del sistema económico mundial y del sistema financiero mundial. Solo podría explicarse esta inclinación especulativa en el contexto del sistema-mundo, pues la estructura dominante, los centros económicos mundiales, puede apostar a hacer algo, que parece descabellado, a primera vista, cuando la materialidad económica, que sostiene esta especulación, se transfiere a las periferias y semi-periferias del sistema mundo. La desindustrialización de las potencias económicas tradicionales – contando con que se quedan con la generación de tecnologías de punta -, la transferencia de la industria a los países emergentes, el reforzamiento de la división del trabajo internacional y del mercado mundial, relegando a las periferias a la especialización en economías extractivistas, muestra claramente, que la opción por el capitalismo especulativo, la valorización especulativa, se sostiene en esta transferencia productiva y en este reforzamiento extractivista.
Hay que entender que el capitalismo funciona como economía-mundo y como sistema-mundo. Es una ingenuidad seguir manejando criterios nacionales para analizar las economías nacionales, cuando ninguna economía nacional funciona aisladamente; funcionan en el sistema-mundo. Desde esta perspectiva, la del sistema-mundo capitalista, se puede explicar esta inclinación recurrente por la especulación financiera de parte de las burguesías, la híper-burguesía mundial, los organismos internacionales del orden mundial, las instancias decisorias del sistema económico mundial y del sistema financiero mundial. Solo podría explicarse esta inclinación especulativa en el contexto del sistema-mundo, pues la estructura dominante, los centros económicos mundiales, puede apostar a hacer algo, que parece descabellado, a primera vista, cuando la materialidad económica, que sostiene esta especulación, se transfiere a las periferias y semi-periferias del sistema mundo. La desindustrialización de las potencias económicas tradicionales – contando con que se quedan con la generación de tecnologías de punta -, la transferencia de la industria a los países emergentes, el reforzamiento de la división del trabajo internacional y del mercado mundial, relegando a las periferias a la especialización en economías extractivistas, muestra claramente, que la opción por el capitalismo especulativo, la valorización especulativa, se sostiene en esta transferencia productiva y en este reforzamiento extractivista.