Agosto de 1842. Leona Vicario, la heroína insurgente, ha muerto. Y ha muerto a mitad de ese torbellino que es la República de Antonio López de Santa Anna, "un mal llamado Estado que no es más que un charco pestilente en el que saltan los renacuajos ambiciosos y los ajolotes oportunistas". Por lo tanto, su gobierno decide aprovechar políticamente la pertinencia de su muerte...
El fallecimiento de Leona Vicario, la Madre de la Patria -cosa que pocos saben el día de hoy-, concita un abigarrado concierto en el que participan los más disímbolos personajes de la vida pública de entonces: Lucas Alamán y Carlos María de Bustamante, arrieros y criadas, Benito Juárez y la anciana Güera Rodríguez, damas de sociedad y pelados, Valentín Gómez Farías y antiguos inquisidores, héroes vivos, viejos militares, monjas profesas y exclaustradas, deudos, parientes y enterradores, así como el viudo de Leona Vicario, don Andrés Quintana Roo.
Con la fina ironía que caracteriza su trabajo, CarlosPascual realiza una atinada radiografía de la época que reconstruye, y lo hace con rigor histórico y un certero y dramático manejo del lenguaje. A través de una ágil narrativa, da vida a los personajes históricos con unas cuantas pinceladas; presenta, además, un profundo retrato psicológico de Leona Vicario, en el que resalta sus cualidades humanas sin caer nunca en la idealización.
Con oficio de artesano, Carlos Pascual coloca cada una de las voces que componen esta novela en su lugar justo, hasta crear el complejo mosaico en el que se convierte La insurgenta, obra con la que obtuvo el Premio Bicentenario Grijalbo de Novela Histórica.
El fallecimiento de Leona Vicario, la Madre de la Patria -cosa que pocos saben el día de hoy-, concita un abigarrado concierto en el que participan los más disímbolos personajes de la vida pública de entonces: Lucas Alamán y Carlos María de Bustamante, arrieros y criadas, Benito Juárez y la anciana Güera Rodríguez, damas de sociedad y pelados, Valentín Gómez Farías y antiguos inquisidores, héroes vivos, viejos militares, monjas profesas y exclaustradas, deudos, parientes y enterradores, así como el viudo de Leona Vicario, don Andrés Quintana Roo.
Con la fina ironía que caracteriza su trabajo, CarlosPascual realiza una atinada radiografía de la época que reconstruye, y lo hace con rigor histórico y un certero y dramático manejo del lenguaje. A través de una ágil narrativa, da vida a los personajes históricos con unas cuantas pinceladas; presenta, además, un profundo retrato psicológico de Leona Vicario, en el que resalta sus cualidades humanas sin caer nunca en la idealización.
Con oficio de artesano, Carlos Pascual coloca cada una de las voces que componen esta novela en su lugar justo, hasta crear el complejo mosaico en el que se convierte La insurgenta, obra con la que obtuvo el Premio Bicentenario Grijalbo de Novela Histórica.