La poesía puertorriqueña tiene en Hiram Sánchez Barreto una voz nueva, joven y, a la vez, madura en sentimiento y expresión. El poeta ha vivido mucho en pocos años, y sus versos nos revelan un mundo interior atribulado y convulso, pero siempre en profunda reflexión acerca de sí mismo y de su entorno vital.
La invención del desencanto ofrece al lector un atisbo de ese “dolor de vivir” que signa la voz poética de Sánchez Barreto. El poemario recoge la producción del decenio entre el fin de la adolescencia y el fin de la juventud, tránsito de la ilusión al desengaño. Como la vida misma, de la cual se le “escapan” estos versos, hay aquí ternura y pasión, risa y llanto, encuentros y desencuentros. Sobre todo, en estas páginas, la “invención” del autor queda plasmada en imágenes que permanecen con el lector, con el encanto que sólo brinda la verdadera poesía.
La invención del desencanto ofrece al lector un atisbo de ese “dolor de vivir” que signa la voz poética de Sánchez Barreto. El poemario recoge la producción del decenio entre el fin de la adolescencia y el fin de la juventud, tránsito de la ilusión al desengaño. Como la vida misma, de la cual se le “escapan” estos versos, hay aquí ternura y pasión, risa y llanto, encuentros y desencuentros. Sobre todo, en estas páginas, la “invención” del autor queda plasmada en imágenes que permanecen con el lector, con el encanto que sólo brinda la verdadera poesía.