Siendo niño ser “diferente” y no ser aceptado en el grupo de amigos provoca muchas veces tristeza, soledad y aislamiento, justamente en la época de nuestras vidas donde es muy importante para nuestro sano crecimento, la identificación con los pares y la pertenencia al grupo social donde vivimos.
Andy la luz del unicornio, nos muestra como dejar de sentirse victima de las circunstancias, reenfocándonos en nuestras virtudes y no en la etiquetas, que muchas veces sin real mala intención, nos impone la vida.
Las oportunas palabras de sus amigos el Sol y la Luna, enseñan a Andy que los pequeños cambios hacen las grandes diferencias, que siempre podremos encontrar alguna utilidad para lo que creemos una “debilidad”.
Este cuento nos enseña, que cada uno tiene mucho que aportar desde su riqueza interior y su potencial personal , y que es lo que nos hace diferentes y únicos en nuestro aporte a la sociedad.
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