Nadie ignora que el tiempo es un ladrón; ni que el pasado vive dependiendo de la cantidad de presente que queramos darle. Eso ya está escrito. Pero, ¿qué ocurriría si fuésemos conscientes de las infinitas vidas que pudimos tener sin la obligación de elegir un único camino?
"De las mil vidas del capitán Pascual Pareja, su destino eligió aquella que lo hizo morir sobre la cubierta de La Milagrosa a los veintinueve años de edad frente a las costas del Brasil en manos de un enorme pirata que separó su cabeza del cuerpo, cumpliéndose la profecía que le auguró en Jamaica una adivinadora que se equivocó en poco al vaticinarle que su cabeza hastiada de brillante metal y mecida por las mareas rodaría sobre un barco de oro.
El pasado se fue diluyendo despacio entre las nieblas, lo que pudo ser no fue, y la máquina del mundo escogió otras formas y otras vidas".
"De las mil vidas del capitán Pascual Pareja, su destino eligió aquella que lo hizo morir sobre la cubierta de La Milagrosa a los veintinueve años de edad frente a las costas del Brasil en manos de un enorme pirata que separó su cabeza del cuerpo, cumpliéndose la profecía que le auguró en Jamaica una adivinadora que se equivocó en poco al vaticinarle que su cabeza hastiada de brillante metal y mecida por las mareas rodaría sobre un barco de oro.
El pasado se fue diluyendo despacio entre las nieblas, lo que pudo ser no fue, y la máquina del mundo escogió otras formas y otras vidas".