En este libro se desarrolla la hipótesis de que la nacionalización de la banca fue producto de la severa crisis económica del país y del sector público. De acuerdo con los banqueros afectados, la nacionalización bancaria fue una decisión del Presidente José López Portillo ante la necesidad de salvar su imagen pública. La forma fue un acto político y económico de gran impacto en la población. Sin embargo, una medida de este jaez no pudo haberse implementado de manera unipersonal. Sin duda, ésta formó parte de un proyecto de nación que un grupo amplio de miembros del llamado “nacionalismo revolucionario” instrumentó con el objeto de buscar el control predominante del Estado Mexicano sobre la economía nacional. Mención honorífica del Premio Manuel Espinosa Yglesias 2007.
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