La Navidad en las montañas es una novela escrita por Ignacio Manuel Altamirano publicado 1871...
Resumen : No debatiré ni creare discusiones innecesarias con respecto a Ignacio Manuel Altamirano. Conozco y admito que su línea narrativa siempre equilibra entre lo preciosamente pintoresco y lo incómodamente telenovelesco.
La Navidad en las Montañas es una historia que refleja la necesidad idealista de los valores morales de la sociedad mexicana de la segunda mitad del siglo XIX. Una historia apreciativa, perfecta y cómoda para esta temporada.
Una obra tranquila, que no tenemos que procesar demasiado, solo leer y agradecerla como una alternativa clásica diferente a Charles Dickens. Donde no hay necesidad de dar criticas acidas o comentarios sarcásticos.
Una obra que no se recomienda para aquellos que consideran que leer un texto puramente moral resta credibilidad critica...
Extracto : Yo ¡ay de mí! al pensar que me hallaba, en este día solemne, en medio del
silencio de aquellos bosques majestuosos, aun en presencia del magnífico
espectáculo que se presentaba a mi vista absorbiendo mis sentidos,
embargados poco ha por la admiración que causa la sublimidad de la
naturaleza, no pude menos que interrumpir mi dolorosa meditación, y
encerrándome en un religioso recogimiento, evoqué todas las dulces y tiernas
memorias de mis años juveniles. Ellas se despertaron alegres como un
enjambre de bulliciosas abejas y me transportaron a otros tiempos, a otros
lugares; ora al seno de mi familia humilde y piadosa, ora al centro de populosas
ciudades, donde el amor, la amistad y el placer en delicioso concierto, habían
hecho siempre grata para mi corazón esa noche bendita.
Recordaba mi pueblo, mi pueblo querido, cuyos alegres habitantes celebraban
a porfía con bailes, cantos y modestos banquetes la Nochebuena. Parecíame
ver aquellas pobres casas adornadas con sus Nacimientos y animadas por la
alegría de la familia: recordaba la pequeña iglesia iluminada, dejando ver
desde el pórtico el precioso Belén,[1] curiosamente levantado en el altar mayor:
parecíame oir los armoniosos repiques que resonaban en el campanario,
medio derruido, convocando a los fieles a la misa de gallo, y aun escuchaba
con el corazón palpitante la dulce voz de mi pobre y virtuoso padre,
excitándonos a mis hermanos y a mí a arreglarnos pronto para dirigirnos..
Biografia : Ignacio Manuel Altamirano (Tixtla, Guerrero, México, 1834 — San Remo, Italia, 1893) fue un abogado, escritor, periodista, maestro y político mexicano. Nació en Tixtla, Guerrero, en el seno de una familia indígena; su padre tenía una posición de mando entre los chontales y en 1848 fue nombrado alcalde de Tixtla, lo cual dio al niño Ignacio Manuel, que a la sazón tenía 14 años, la oportunidad de ir a la escuela. Aprendió a leer y a escribir en su pueblo natal. Hizo sus primeros estudios en Toluca, gracias a una beca otorgada por Ignacio Ramírez, de quien fue discípulo. En 1849 estudió en el Instituto Literario de Toluca, y derecho en el Colegio de San Juan de Letrán. Perteneció a asociaciones académicas y literarias como el Conservatorio Dramático Mexicano, la Sociedad Nezahualcóyotl, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Liceo Hidalgo y el Club Álvarez.
Vida política : Gran defensor del liberalismo, tomó parte en la revolución de Ayutla en 1854 contra el santanismo, más tarde en la guerra de Reforma y combatió contra la invasión francesa en 1863. Después de este periodo de conflictos militares, Altamirano se dedicó a la docencia, trabajando como maestro en la Escuela Nacional Preparatoria, en la de Escuela Superior de Comercio y Administración y en la Escuela Nacional de Maestros; también trabajó en la prensa, en donde junto con Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez fundó el Correo de México y con Gonzalo A. Esteva la revista literaria ''El Renacimiento, en la que colaboran escritores de todas las tendencias literarias, cuyo objetivo era hacer resurgir las letras ...
Resumen : No debatiré ni creare discusiones innecesarias con respecto a Ignacio Manuel Altamirano. Conozco y admito que su línea narrativa siempre equilibra entre lo preciosamente pintoresco y lo incómodamente telenovelesco.
La Navidad en las Montañas es una historia que refleja la necesidad idealista de los valores morales de la sociedad mexicana de la segunda mitad del siglo XIX. Una historia apreciativa, perfecta y cómoda para esta temporada.
Una obra tranquila, que no tenemos que procesar demasiado, solo leer y agradecerla como una alternativa clásica diferente a Charles Dickens. Donde no hay necesidad de dar criticas acidas o comentarios sarcásticos.
Una obra que no se recomienda para aquellos que consideran que leer un texto puramente moral resta credibilidad critica...
Extracto : Yo ¡ay de mí! al pensar que me hallaba, en este día solemne, en medio del
silencio de aquellos bosques majestuosos, aun en presencia del magnífico
espectáculo que se presentaba a mi vista absorbiendo mis sentidos,
embargados poco ha por la admiración que causa la sublimidad de la
naturaleza, no pude menos que interrumpir mi dolorosa meditación, y
encerrándome en un religioso recogimiento, evoqué todas las dulces y tiernas
memorias de mis años juveniles. Ellas se despertaron alegres como un
enjambre de bulliciosas abejas y me transportaron a otros tiempos, a otros
lugares; ora al seno de mi familia humilde y piadosa, ora al centro de populosas
ciudades, donde el amor, la amistad y el placer en delicioso concierto, habían
hecho siempre grata para mi corazón esa noche bendita.
Recordaba mi pueblo, mi pueblo querido, cuyos alegres habitantes celebraban
a porfía con bailes, cantos y modestos banquetes la Nochebuena. Parecíame
ver aquellas pobres casas adornadas con sus Nacimientos y animadas por la
alegría de la familia: recordaba la pequeña iglesia iluminada, dejando ver
desde el pórtico el precioso Belén,[1] curiosamente levantado en el altar mayor:
parecíame oir los armoniosos repiques que resonaban en el campanario,
medio derruido, convocando a los fieles a la misa de gallo, y aun escuchaba
con el corazón palpitante la dulce voz de mi pobre y virtuoso padre,
excitándonos a mis hermanos y a mí a arreglarnos pronto para dirigirnos..
Biografia : Ignacio Manuel Altamirano (Tixtla, Guerrero, México, 1834 — San Remo, Italia, 1893) fue un abogado, escritor, periodista, maestro y político mexicano. Nació en Tixtla, Guerrero, en el seno de una familia indígena; su padre tenía una posición de mando entre los chontales y en 1848 fue nombrado alcalde de Tixtla, lo cual dio al niño Ignacio Manuel, que a la sazón tenía 14 años, la oportunidad de ir a la escuela. Aprendió a leer y a escribir en su pueblo natal. Hizo sus primeros estudios en Toluca, gracias a una beca otorgada por Ignacio Ramírez, de quien fue discípulo. En 1849 estudió en el Instituto Literario de Toluca, y derecho en el Colegio de San Juan de Letrán. Perteneció a asociaciones académicas y literarias como el Conservatorio Dramático Mexicano, la Sociedad Nezahualcóyotl, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Liceo Hidalgo y el Club Álvarez.
Vida política : Gran defensor del liberalismo, tomó parte en la revolución de Ayutla en 1854 contra el santanismo, más tarde en la guerra de Reforma y combatió contra la invasión francesa en 1863. Después de este periodo de conflictos militares, Altamirano se dedicó a la docencia, trabajando como maestro en la Escuela Nacional Preparatoria, en la de Escuela Superior de Comercio y Administración y en la Escuela Nacional de Maestros; también trabajó en la prensa, en donde junto con Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez fundó el Correo de México y con Gonzalo A. Esteva la revista literaria ''El Renacimiento, en la que colaboran escritores de todas las tendencias literarias, cuyo objetivo era hacer resurgir las letras ...