¿Cuándo volvemos, papá?, preguntó Tina. El domingo, dijo el padre,
venimos todos los domingos. ¡Falta mucho para el domingo! ¿No es cierto
que falta mucho, mamá?
La madre se entretuvo en acomodar el vestido de Tina, aun cuando ya no
era necesario. La niña esperó un beso. Y cuando la madre se lo dio, la
niña pidió otro, uno más, para que me dure hasta el domingo.
Tina, resignada, se despidió de su hermano Pedro. De ese modo están
ahora las cosas.
La niña, el corazón y la casa cuenta cómo una niña logra dar un giro a
la herencia familiar, a las historias de abandono de su madre y su
abuela, a partir de la conmovedora relación que crea con su hermano, un
chico con síndrome de Down. Una escritura poética y taciturna que la
crítica considera el sello distintivo de Andruetto.
venimos todos los domingos. ¡Falta mucho para el domingo! ¿No es cierto
que falta mucho, mamá?
La madre se entretuvo en acomodar el vestido de Tina, aun cuando ya no
era necesario. La niña esperó un beso. Y cuando la madre se lo dio, la
niña pidió otro, uno más, para que me dure hasta el domingo.
Tina, resignada, se despidió de su hermano Pedro. De ese modo están
ahora las cosas.
La niña, el corazón y la casa cuenta cómo una niña logra dar un giro a
la herencia familiar, a las historias de abandono de su madre y su
abuela, a partir de la conmovedora relación que crea con su hermano, un
chico con síndrome de Down. Una escritura poética y taciturna que la
crítica considera el sello distintivo de Andruetto.