Toda una generación ha vivido enamorada de El Principito de Antoine de Saint Exupery y sigue soñando con él. Ahora llega, retomando la antorcha -pues ella nació casi cuando él desapareció en el cielo- la autora de esta novela corta para los niños de todas las edades -muy en especial en edad de ser abuelos- para traerles La niña que hacía reír a Dios. Gran admiradora y enamorada del Principito, le creó a una Princesita para él, para que no se vuelva a ir de nuestro mundo.
Preciada Azancot, muy conocida como la creadora del MAT (Metamodelo de Análisis Transformacional), cuyos libros encontraremos en esta misma editorial, hizo posible el sueño del Principito en esta tierra: encontrar, la armonía, claridad, corporalidad, metamorfosis, alma y espíritu, extraviados en este planeta.
El relato muestra cómo una niña, caída del reino de los ángeles, aporta la leyes del cielo a esta tierra y busca a su principito, a su alma gemela, para construir con él ese paraíso de dos que se llama pareja.
Para ello, lo busca en el desierto, luego en Paris, luego en Nueva York, luego en Pekín, luego en Benarés, luego en Roma, encontrándolo por fin, al final del relato, donde menos se lo esperaba.
Mientras encuentra a su amado, la niña entrega a cada capital y a sus habitantes las claves que trajo del paraíso.
El Principito nos trae, desde las estrellas, la parte que al hombre corresponde traer para hacer este mundo mejor. La Niña aporta, en un siglo iluminado por la esperanza en la mujer, las claves que corresponden traer a la mujer para que, juntos y unidos puedan retornar, sin tener que morir para ello, al jardín del Edén.
Un relato que conmueve, divierte, enseña y sobre todo nos hace regresar a los orígenes y esencias que todos los ángeles comparten, alegrándonos la vida.
Un libro maravilloso y sabio, para todas las edades.
Preciada Azancot, muy conocida como la creadora del MAT (Metamodelo de Análisis Transformacional), cuyos libros encontraremos en esta misma editorial, hizo posible el sueño del Principito en esta tierra: encontrar, la armonía, claridad, corporalidad, metamorfosis, alma y espíritu, extraviados en este planeta.
El relato muestra cómo una niña, caída del reino de los ángeles, aporta la leyes del cielo a esta tierra y busca a su principito, a su alma gemela, para construir con él ese paraíso de dos que se llama pareja.
Para ello, lo busca en el desierto, luego en Paris, luego en Nueva York, luego en Pekín, luego en Benarés, luego en Roma, encontrándolo por fin, al final del relato, donde menos se lo esperaba.
Mientras encuentra a su amado, la niña entrega a cada capital y a sus habitantes las claves que trajo del paraíso.
El Principito nos trae, desde las estrellas, la parte que al hombre corresponde traer para hacer este mundo mejor. La Niña aporta, en un siglo iluminado por la esperanza en la mujer, las claves que corresponden traer a la mujer para que, juntos y unidos puedan retornar, sin tener que morir para ello, al jardín del Edén.
Un relato que conmueve, divierte, enseña y sobre todo nos hace regresar a los orígenes y esencias que todos los ángeles comparten, alegrándonos la vida.
Un libro maravilloso y sabio, para todas las edades.