Francis Bacon (22 de enero de 1561 – 9 de abril de 1626), primer vizconde de San Albano, canciller de Inglaterra, fue un célebre filósofo, político, abogado y escritor.
Es considerado el padre del empirismo. Sus obras y pensamientos ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo del método científico
Era hijo menor de Sir Nicholas Bacon, nombrado guardián del Gran Sello por la reina Isabel I. Su madre, Ann Cooke Bacon, segunda esposa de Sir Nicholas, era sobrina de Sir Anthony Cooke, hablaba cinco
idiomas y estaba considerada como una de las mujeres más ilustradas de su época.
Aunque no se haya establecido con seguridad, hay razones para creer que Bacon recibió tutorías en su casa durante sus primeros años, y que su salud durante aquel periodo, al igual que con posterioridad, era
delicada. En 1573, a la edad de 13 años, ingresó en el Trinity College de Cambridge, institución en la que cursó estudios hasta 1576, periodo que pasó en compañía de su hermano mayor, Anthony.
En Cambridge, sus estudios de las diversas ciencias le llevaron a la conclusión de que los métodos empleados y los resultados obtenidos eran erróneos. Su reverencia por Aristóteles, del que, a pesar de todo,
no parecía tener excesivo conocimiento, contrastaba con su desapego por la filosofía aristotélica. A su juicio, la filosofía precisaba de un verdadero propósito y nuevos métodos para alcanzarlo. Con el
primer germen de la idea que le consagraría, Bacon abandonó la universidad.
El 27 de junio de 1576 ambos hermanos ingresaron en de societate magistrorum y unos meses más tarde fueron destinados a Francia como agregados del embajador Sir Amyas Paulet. La situación política y social
en la Francia de aquella época, durante el reinado de Enrique III, le proporcionó al joven Francis una valiosísima experiencia política al verse en la necesidad de llevar a cabo algunas comisiones
diplomáticas delicadas. Aunque vivió en Poitiers, durante su estancia en el continente visitó París y las principales ciudades francesas, además de recoger informes sobre los recursos y la situación política
de los diferentes países europeos, informes que se han venido publicando en sus obras bajo el título de Notes on the State of Christendom (Notas sobre el estado de la cristiandad), a pesar de que como
apuntara el historiador James Spedding, el trabajo parecía ser autoría de uno de los ayudantes de su hermano Anthony.
En 1579, al conocer la muerte de su padre, Francis regresa a Inglaterra. La modestísima herencia que le deja su padre, al no poder éste cumplir el deseo de dejarle a su hijo menor en posición acomodada por
sorprenderle la muerte repentinamente, obliga a Francis a adoptar una profesión que a la postre sería el derecho.
Con sus estudios en derecho, literatura y diplomacia, Bacon aspira a conseguir un puesto político de importancia. Esto lo logra cuando Jacobo I de Inglaterra asciende al trono en 1603, el cual lo designa
procurador general en 1613. Su carrera política avanza y es nombrado canciller de Inglaterra en 1618. Posteriormente, Bacon se ve envuelto en intrigas políticas que lo acusan de desprestigiar al rey, y luego
en 1621 fue acusado de corrupción y maltrato a sus subordinados. Sin embargo, Bacon logra salir airoso de esta situación, acumulando una fortuna durante el ejercicio de la labor pública, con la cual se
retira para ocuparse de sus estudios en filosofía y ciencias.
Murió en Londres en 1626, debido a una neumonía.
Es considerado el padre del empirismo. Sus obras y pensamientos ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo del método científico
Era hijo menor de Sir Nicholas Bacon, nombrado guardián del Gran Sello por la reina Isabel I. Su madre, Ann Cooke Bacon, segunda esposa de Sir Nicholas, era sobrina de Sir Anthony Cooke, hablaba cinco
idiomas y estaba considerada como una de las mujeres más ilustradas de su época.
Aunque no se haya establecido con seguridad, hay razones para creer que Bacon recibió tutorías en su casa durante sus primeros años, y que su salud durante aquel periodo, al igual que con posterioridad, era
delicada. En 1573, a la edad de 13 años, ingresó en el Trinity College de Cambridge, institución en la que cursó estudios hasta 1576, periodo que pasó en compañía de su hermano mayor, Anthony.
En Cambridge, sus estudios de las diversas ciencias le llevaron a la conclusión de que los métodos empleados y los resultados obtenidos eran erróneos. Su reverencia por Aristóteles, del que, a pesar de todo,
no parecía tener excesivo conocimiento, contrastaba con su desapego por la filosofía aristotélica. A su juicio, la filosofía precisaba de un verdadero propósito y nuevos métodos para alcanzarlo. Con el
primer germen de la idea que le consagraría, Bacon abandonó la universidad.
El 27 de junio de 1576 ambos hermanos ingresaron en de societate magistrorum y unos meses más tarde fueron destinados a Francia como agregados del embajador Sir Amyas Paulet. La situación política y social
en la Francia de aquella época, durante el reinado de Enrique III, le proporcionó al joven Francis una valiosísima experiencia política al verse en la necesidad de llevar a cabo algunas comisiones
diplomáticas delicadas. Aunque vivió en Poitiers, durante su estancia en el continente visitó París y las principales ciudades francesas, además de recoger informes sobre los recursos y la situación política
de los diferentes países europeos, informes que se han venido publicando en sus obras bajo el título de Notes on the State of Christendom (Notas sobre el estado de la cristiandad), a pesar de que como
apuntara el historiador James Spedding, el trabajo parecía ser autoría de uno de los ayudantes de su hermano Anthony.
En 1579, al conocer la muerte de su padre, Francis regresa a Inglaterra. La modestísima herencia que le deja su padre, al no poder éste cumplir el deseo de dejarle a su hijo menor en posición acomodada por
sorprenderle la muerte repentinamente, obliga a Francis a adoptar una profesión que a la postre sería el derecho.
Con sus estudios en derecho, literatura y diplomacia, Bacon aspira a conseguir un puesto político de importancia. Esto lo logra cuando Jacobo I de Inglaterra asciende al trono en 1603, el cual lo designa
procurador general en 1613. Su carrera política avanza y es nombrado canciller de Inglaterra en 1618. Posteriormente, Bacon se ve envuelto en intrigas políticas que lo acusan de desprestigiar al rey, y luego
en 1621 fue acusado de corrupción y maltrato a sus subordinados. Sin embargo, Bacon logra salir airoso de esta situación, acumulando una fortuna durante el ejercicio de la labor pública, con la cual se
retira para ocuparse de sus estudios en filosofía y ciencias.
Murió en Londres en 1626, debido a una neumonía.