Una imagen que representa a la perfección un espejismo es la del fresco y vigoroso oasis en medio del desierto. Otra, mucho más común y doméstica, es el charco en la carretera. El calor, el asfalto, la refracción de la luz o a saber que explicaciones físicas o neurológicas nos regalan esta magnífica y mágica experiencia. Ver lo que no hay. Sabemos que existe porque lo vemos y también sabemos que ahí delante no hay agua. ¿Y si estos dos ejemplos no son los únicos? ¿Existe un modelo inverso de espejismo? ¿Existen aquellos que esconden oasis y charcos?
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