Del famoso detective de Método 3•Un impactante thriller que desvela los entresijos del poder, el lujo y la corrupción de nuestro país.
Los tribunales tienen su propios rituales y también secretos que encubren pasiones desmedidas de lujo, sexo, dinero y poder… Solo la preparadora de juicios los conoce.
Barcelona. Néstor Sanchís es un detective privado con una vida sencilla y feliz, hasta que Ricardo Corbin, uno de sus clientes, acaba en prisión. No sabe por qué lo han encarcelado, pero está dispuesto a saber la verdad, cueste lo que cueste.Mientras tanto, en Madrid, Tomás Sánchez de Gamonal, un banquero reputado, acaba también entre rejas. Hay quien considera que es culpable. Hay quien cree que se trata de una vendetta personal de un juez que quiere deshacerse de él. Pero, ¿quién está en lo cierto? Entre las dos ciudades se va tejiendo una red de contactos, sobornos, amenazas y secretos que afecta a muchas más personas que los cuatro principales implicados. Una red que va apretándose alrededor de los cuellos de aquellos que no se lo esperaban. Porque la información es poder. Y el poder siempre tiene un precio.
Los tribunales tienen su propios rituales y también secretos que encubren pasiones desmedidas de lujo, sexo, dinero y poder… Solo la preparadora de juicios los conoce.
Barcelona. Néstor Sanchís es un detective privado con una vida sencilla y feliz, hasta que Ricardo Corbin, uno de sus clientes, acaba en prisión. No sabe por qué lo han encarcelado, pero está dispuesto a saber la verdad, cueste lo que cueste.Mientras tanto, en Madrid, Tomás Sánchez de Gamonal, un banquero reputado, acaba también entre rejas. Hay quien considera que es culpable. Hay quien cree que se trata de una vendetta personal de un juez que quiere deshacerse de él. Pero, ¿quién está en lo cierto? Entre las dos ciudades se va tejiendo una red de contactos, sobornos, amenazas y secretos que afecta a muchas más personas que los cuatro principales implicados. Una red que va apretándose alrededor de los cuellos de aquellos que no se lo esperaban. Porque la información es poder. Y el poder siempre tiene un precio.