Con la llegada inminente de su treinta cumpleaños, el reloj biológico de Emma Harrison empezaba a sonar con fuerza y su esquivo caballero de brillante armadura seguía sin aparecer. Se le acababan las opciones, sobre todo cuando su mejor amigo, un chico gay, se echó atrás en su promesa de donarle esperma. Por supuesto, siempre podía recurrir a un banco de esperma, pero Emma temía que hubiera algún error y acabara embarazada con la semilla del diablo.
Aidan Fitzgerald, el mujeriego de su empresa, estaba acostumbrado a conseguir siempre lo que quería, especialmente en el dormitorio. Emma rechazó sus avances en la fiesta de Navidad de la empresa y él decidió que sería suya a cualquier precio. Cuando se enteró del problema de Emma, se apresuró a hacerle una proposición que beneficiaría a los dos. Él sería el padre de su hijo, pero ella tendría que concebirlo de un modo natural. Emma, que no era mujer de aventuras esporádicas, dudó si aceptar la oferta, pero acabó imponiéndose el encanto de él, combinado con el fuerte deseo de ella de ser madre.
Sus sesiones para fabricar un bebé pronto se convirtieron en algo más que sexo físico. Aidan no podía alejarse de ella y Emma empezaba a preguntarse si él sería el hombre de su vida. ¿Pero podría Aidan dejar atrás su pasado para convertirse en el hombre que Emma necesitaba que fuera?
Aidan Fitzgerald, el mujeriego de su empresa, estaba acostumbrado a conseguir siempre lo que quería, especialmente en el dormitorio. Emma rechazó sus avances en la fiesta de Navidad de la empresa y él decidió que sería suya a cualquier precio. Cuando se enteró del problema de Emma, se apresuró a hacerle una proposición que beneficiaría a los dos. Él sería el padre de su hijo, pero ella tendría que concebirlo de un modo natural. Emma, que no era mujer de aventuras esporádicas, dudó si aceptar la oferta, pero acabó imponiéndose el encanto de él, combinado con el fuerte deseo de ella de ser madre.
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