Álvaro de Luna nació en Cañete (Cuenca) a finales del siglo XIV. Hijo bastardo de Álvaro Martínez de Luna, copero mayor del rey Enrique III, y de María Fernández de Jarana; casada con el alcaide de la fortaleza de Cañete. A los catorce y entró en el servicio de su tío, Pedro de Luna, arzobispo de Toledo, y más tarde papa, con el nombre de Benedicto XIII. Su padre estaba, además, emparentado con María de Luna, reina de Aragón.
A los dieciocho años entró en la corte de Juan II Trastámara en calidad de paje. En 1419, tras ser entronizado Juan II, los infantes de Aragón conspiraron contra éste para expandir sus posesiones en Castilla. Álvaro se casó en 1420 con doña Elvira de Portocarrero. Y Juan II decidió casar a su hermana la infanta Catalina con Enrique de Aragón para intentar convertirlo en su aliado. Mira de Amescua escribió obras de teatro inspiradas en la historia de España influido por Lope de Vega, acumulando numerosos personajes y acciones en una misma comedia. Sus argumentos son complicados y su estilo pretende la ornamentación del culteranismo.
A los dieciocho años entró en la corte de Juan II Trastámara en calidad de paje. En 1419, tras ser entronizado Juan II, los infantes de Aragón conspiraron contra éste para expandir sus posesiones en Castilla. Álvaro se casó en 1420 con doña Elvira de Portocarrero. Y Juan II decidió casar a su hermana la infanta Catalina con Enrique de Aragón para intentar convertirlo en su aliado. Mira de Amescua escribió obras de teatro inspiradas en la historia de España influido por Lope de Vega, acumulando numerosos personajes y acciones en una misma comedia. Sus argumentos son complicados y su estilo pretende la ornamentación del culteranismo.