En este libro contaré mi actividad practica de ressurreción de las personas. Se puede hablar de resucitación o de restablecimiento no sólo de personas, sino también de animales, plantas y objetos de cualquier otro tipo, pero en este libro, en general, hablaré sólo de la resucitación de las personas.
Para muchos la resucitación es algo simbólico, aunque, por el alma, cada qual advierte la resucitación como una realidad del Mundo que existe en cualquier tiempo. A pesar de eso, muchos todavía tienen que evoluccionar para alcanzar la perfección del Mundo a nivel del alma, y por eso ellos todavía no interpretan la palabra “resucitación” en el sentido literal, como en cambio, en la realidad, tendría que ser interpretada. Cuando una persona tiene una concepción de este genero, tiene que hacer un esfuerzo para entender como otra persona, que se ha “ido”, de repente pueda regresar verdaderamente. El problema está en el hecho que hay personas que voluntariamente no reflexionan sobre cómo está estructurado el Mundo, sobre cuáles son sus leyes, sobre qué es la vida. Así que, además que la resucitación, con mucho estupor pueden ser aceptados muchos otros asuntos, como por ejemplo, los restablecimientos del SIDA y del cancer a su último estadio realizados por mi (además sin contacto y a lo lejos); el control del tiempo atmosférico; los casos de correcta indicación de averías y defectos de aparatos tecnicos de cualquier nivel de complejidad, también en objetos que se encontraban en el espacio; la materialización y la dematerialización de objetos distintos; el control a distancia de un ordenador con la fuerza del pensamiento; la modificación del pasado, del presente y del futuro; la interceptación de una conversación entre personas a cualquier distancia y en cualquier idioma; y muchos acontecimientos más. Todos estos asuntos están confirmados por documentos oficiales y constituyen ya muchos volumenes. Muchos de estos acontecimientos pueden ser interpretados como milagros, pero hay que considerar la siguiente observación: como es sabido, el milagro no contradice las leyes de la Naturaleza, el milagro contradice los conceptos que tenemos de las leyes de la Naturaleza.
Ha llegado el momento de cambiar los conceptos ya solidificados relativos al mundo que nos rodea y a su estructura. Es indispensable hacerlo, ya que estamos al umbral del nuevo milenio. Y es indispensable para la salvación del Mundo. Este libro es parte de una serie de libros dedicados a la exposición de una representación verdadera del Mundo.
Para muchos la resucitación es algo simbólico, aunque, por el alma, cada qual advierte la resucitación como una realidad del Mundo que existe en cualquier tiempo. A pesar de eso, muchos todavía tienen que evoluccionar para alcanzar la perfección del Mundo a nivel del alma, y por eso ellos todavía no interpretan la palabra “resucitación” en el sentido literal, como en cambio, en la realidad, tendría que ser interpretada. Cuando una persona tiene una concepción de este genero, tiene que hacer un esfuerzo para entender como otra persona, que se ha “ido”, de repente pueda regresar verdaderamente. El problema está en el hecho que hay personas que voluntariamente no reflexionan sobre cómo está estructurado el Mundo, sobre cuáles son sus leyes, sobre qué es la vida. Así que, además que la resucitación, con mucho estupor pueden ser aceptados muchos otros asuntos, como por ejemplo, los restablecimientos del SIDA y del cancer a su último estadio realizados por mi (además sin contacto y a lo lejos); el control del tiempo atmosférico; los casos de correcta indicación de averías y defectos de aparatos tecnicos de cualquier nivel de complejidad, también en objetos que se encontraban en el espacio; la materialización y la dematerialización de objetos distintos; el control a distancia de un ordenador con la fuerza del pensamiento; la modificación del pasado, del presente y del futuro; la interceptación de una conversación entre personas a cualquier distancia y en cualquier idioma; y muchos acontecimientos más. Todos estos asuntos están confirmados por documentos oficiales y constituyen ya muchos volumenes. Muchos de estos acontecimientos pueden ser interpretados como milagros, pero hay que considerar la siguiente observación: como es sabido, el milagro no contradice las leyes de la Naturaleza, el milagro contradice los conceptos que tenemos de las leyes de la Naturaleza.
Ha llegado el momento de cambiar los conceptos ya solidificados relativos al mundo que nos rodea y a su estructura. Es indispensable hacerlo, ya que estamos al umbral del nuevo milenio. Y es indispensable para la salvación del Mundo. Este libro es parte de una serie de libros dedicados a la exposición de una representación verdadera del Mundo.