Francia, 1787…
El país está en bancarrota. Para resolver la crisis, Luis XVI hizo lo que muchos reyes ya habían hecho anteriormente... implantar un nuevo impuesto.
1786 había sido un año de malas cosechas. La escasez de alimentos y la especulación habían resucitado al viejo fantasma del hambre. El aumento de impuestos fue la chispa que incendió el país.
Frustrado, hambriento y desesperado, el pueblo se lanza a las calles, propiedades de la nobleza y de la Iglesia son invadidas, saqueadas, incendiadas, arrasadas. El rey convoca la Asamblea de los Notables, compuesta por nobles interesados apenas en conservar sus privilegios.
La rebelión se generaliza en todo el reino, líderes regionales incitan al pueblo a no pagar más impuestos.
Para controlar la situación, el rey convoca los Estados Generales…
La Revolución Francesa, narrada dia a dia, en sus mínimos detalles.
El país está en bancarrota. Para resolver la crisis, Luis XVI hizo lo que muchos reyes ya habían hecho anteriormente... implantar un nuevo impuesto.
1786 había sido un año de malas cosechas. La escasez de alimentos y la especulación habían resucitado al viejo fantasma del hambre. El aumento de impuestos fue la chispa que incendió el país.
Frustrado, hambriento y desesperado, el pueblo se lanza a las calles, propiedades de la nobleza y de la Iglesia son invadidas, saqueadas, incendiadas, arrasadas. El rey convoca la Asamblea de los Notables, compuesta por nobles interesados apenas en conservar sus privilegios.
La rebelión se generaliza en todo el reino, líderes regionales incitan al pueblo a no pagar más impuestos.
Para controlar la situación, el rey convoca los Estados Generales…
La Revolución Francesa, narrada dia a dia, en sus mínimos detalles.