Cuando José Antonio Abreu creó en 1975 el germen del Sistema Infantil y Juvenil de Orquestas Sinfónicas de Venezuela no imaginó hacia donde se dirigía. Entonces, este visionario pudo reunir a 11 músicos voluntariosos en un garaje. Hoy, 400.000 niños aprenden música en los 280 núcleos –escuelas- donde se imparten clases. Son semillas que se asientan en barrios marginales, donde los alumnos huyen de entornos de violencia y delincuencia para salvar sus vidas por medio de la música.Allí se han formado estrellas del presente como Gustavo Dudamel, joven director de 30 años, en quien maestros consagrados como Simon Rattle, Claudio Abbado y Daniel Barenboim ven el futuro asegurado de la música clásica. Abreu, su mentor e inspiración, se ha encargado personalmente de formarle a él y a otros tantos directores con un método de enseñanza musical revolucionario que hoy quieren adaptar en todo el mundo. Sin duda, un milagro musical.
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