Relatos de una chica que empezó a viajar sola a los veintitrés años. Tres años más tarde renunció a su empleo para viajar durante siete meses por Turquía, Israel, Jordania, Egipto, India, Tailandia, Malasia y Nepal. El poco presupuesto y la dificultad para ahorrar dinero la obligaron a buscar voluntariados en distintos países y así aminorar gastos. La experiencia de ser trabajadora voluntaria fue esencial para conocer a fondo la cultura de un lugar, experiencia que le es difícil vivir a un viajero en calidad de turista. En este libro no solo detalla las anécdotas vividas, sino también la planificación de todo el periplo: visas, presupuestos, mapas y cada detalle importante de la ruta de ELLA. ///
Luisa González... Estando en el avión rumbo a mi primer destino conocí a una profesora brasilera que disfrutaba de su jubilación viajando sola por el mundo. Conversamos por muchas horas. No voy a olvidar su cara pálida cuando supo que mi bolsa de viaje de siete meses sería el mismo monto que ella pagó por un paquete turístico de diez días. Preocupada como si fuese su hija me agarró la mano y me dijo: voy a estar orando por vocé.
Luisa González... Estando en el avión rumbo a mi primer destino conocí a una profesora brasilera que disfrutaba de su jubilación viajando sola por el mundo. Conversamos por muchas horas. No voy a olvidar su cara pálida cuando supo que mi bolsa de viaje de siete meses sería el mismo monto que ella pagó por un paquete turístico de diez días. Preocupada como si fuese su hija me agarró la mano y me dijo: voy a estar orando por vocé.