Este valioso libro viene a llenar un hueco enorme en la Teología Cristiana en lengua castellana: La falta de información confiable sobre los orígenes judíos de la fe cristiana.
Para aquellos que buscan la sencillez, el libro expresa muchas verdades fundamentales que permanecieron ocultas en los antiguos tratados de la historia de la Iglesia en un lenguaje simple y ameno. En cambio, para aquellos que aman la seriedad académica el tratado está lleno de referencias cuidadosamente documentadas, frutos de la erudición moderna y la antiquísima tradición de Israel.
El inicio de esta obra provee al lector de la perspectiva histórica del origen judío de la Iglesia y su posterior separación de Israel. Luego, expone las fallas de las hipótesis aramea y griega como idiomas originales del Nuevo Testamento, y demuestra el origen hebreo de los Evangelios y las enseñanzas de los apóstoles.
Los siguientes capítulos se enfocan en la judaidad de Jesucristo, y por qué nunca abandonó su fe ancestral para fundar una religión separada del tronco tradicional del judaísmo del Segundo Templo. Explican, además, por qué las enseñanzas de Jesucristo o Yahushúa ha Mashíaj son todas ellas judías e interpretarlas fuera de ese marco religioso inevitablemente lleva a graves errores en la doctrina y la práctica de la fe.
Por último, explora con integridad teológica cómo los Padres de la Iglesia y los Reformadores Protestantes forjaron con su antisemitismo los capítulos más vergonzosos de la historia humana: Las Cruzadas, la Santa Inquisición y el Holocausto.
Sin duda alguna, su consistente punto de vista judío nazareno lo hace un libro sumamente interesante, informativo y conmovedor que debe ser leído por cada pastor, seminarista, misionero y estudiante sincero de la Biblia; tanto cristiano como judío por igual.
Para aquellos que buscan la sencillez, el libro expresa muchas verdades fundamentales que permanecieron ocultas en los antiguos tratados de la historia de la Iglesia en un lenguaje simple y ameno. En cambio, para aquellos que aman la seriedad académica el tratado está lleno de referencias cuidadosamente documentadas, frutos de la erudición moderna y la antiquísima tradición de Israel.
El inicio de esta obra provee al lector de la perspectiva histórica del origen judío de la Iglesia y su posterior separación de Israel. Luego, expone las fallas de las hipótesis aramea y griega como idiomas originales del Nuevo Testamento, y demuestra el origen hebreo de los Evangelios y las enseñanzas de los apóstoles.
Los siguientes capítulos se enfocan en la judaidad de Jesucristo, y por qué nunca abandonó su fe ancestral para fundar una religión separada del tronco tradicional del judaísmo del Segundo Templo. Explican, además, por qué las enseñanzas de Jesucristo o Yahushúa ha Mashíaj son todas ellas judías e interpretarlas fuera de ese marco religioso inevitablemente lleva a graves errores en la doctrina y la práctica de la fe.
Por último, explora con integridad teológica cómo los Padres de la Iglesia y los Reformadores Protestantes forjaron con su antisemitismo los capítulos más vergonzosos de la historia humana: Las Cruzadas, la Santa Inquisición y el Holocausto.
Sin duda alguna, su consistente punto de vista judío nazareno lo hace un libro sumamente interesante, informativo y conmovedor que debe ser leído por cada pastor, seminarista, misionero y estudiante sincero de la Biblia; tanto cristiano como judío por igual.