La presencia de lo femenino como singular en cinco relatos de la narrativa breve de Roa Bastos, publicada entre 1954 y 1978, nos plantea una novedad con respecto a los estereotipos de lo femenino y lo masculino que rigen en el imaginario paraguayo contemporáneo al período de publicación. Lo femenino como singular deconstruye el mito del matriarcado, lo pone en duda y lo desestabiliza. En estos relatos, femenino y masculino son expresiones concomitantes y dialógicas, posiciones permeables en las que se mueve el sujeto de lo singular. Un sujeto que se funda en la ruptura de la estructura de la ley. Un sujeto que se articula y piensa como posición migrante, desplazable y permeable y no como la expresión de opuestos absolutos.
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