El autor William Kornhauser plantea que la democracia se basa en el pluralismo social y no en las sociedades de masas pero éstas no se deben confundir con la sociedad moderna ni las “masas” con la clase trabajadora. El totalitarismo, en tanto, consigue adherentes de todas las clases. El análisis de las masas sirve para los períodos de crisis política, mientras que el análisis de las clases sirve para las épocas de rutina política. Tampoco hay que confundir sociedad de masas con sociedad industrial, ni clase obrera con sociedad industrial; y hay que diferenciar a la sociedad de masas de la sociedad totalitaria. La sociedad de masas crea condiciones para que las instituciones democráticas sean vulnerables al totalitarismo, que no es lo mismo. Para que la democracia no se pierda, hay que evitar: que las élites pierdan autonomía, y que los grupos que no son élites tengan formas de organización propias, ya que si la sociedad se atomiza el totalitarismo penetra más fácilmente, a través de líderes carismáticos o partidos.
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