Carlota tiene un hobby: la pastelería. También tiene un trabajo que no es su sueño pero le permite ser independiente, unas compañeras de piso que son sus mejores amigas, y un amor platónico: John, el padre de la niña para la que hace de canguro.
Hasta que un día, John abre una grieta en el muro de diferencias que hay entre ellos y Carlota no duda en colarse por ese resquicio de esperanza. Para una chica inteligente, vital y tenaz como ella, no hay obstáculo capaz de apartarla de aquello que quiere, y lo quiere a él.
John descubre entonces que, a veces, la tentación es demasiado grande y demasiado dulce como para luchar contra ella.
¿Qué puedes hacer cuando todo te separa de lo que más deseas? Tal vez solo creer que las diferencias quizás no son tan importantes, que la edad es solo un número y los opuestos no solo se atraen, sino que se complementan.
A veces solo puedes caer en la tentación.
Hasta que un día, John abre una grieta en el muro de diferencias que hay entre ellos y Carlota no duda en colarse por ese resquicio de esperanza. Para una chica inteligente, vital y tenaz como ella, no hay obstáculo capaz de apartarla de aquello que quiere, y lo quiere a él.
John descubre entonces que, a veces, la tentación es demasiado grande y demasiado dulce como para luchar contra ella.
¿Qué puedes hacer cuando todo te separa de lo que más deseas? Tal vez solo creer que las diferencias quizás no son tan importantes, que la edad es solo un número y los opuestos no solo se atraen, sino que se complementan.
A veces solo puedes caer en la tentación.