«Todo el mundo era de un mismo lenguaje
e idénticas palabras» Génesis 11, 1
La torre de Babel y la jarra de alabastro desarrolla tres vertientes extraordinariamente enigmáticas y atractivas.
El primer eje lo constituye el mito de la torre de Babel y su misteriosa relación con el pueblo judío. El segundo eje aborda desde una perspectiva no habitual el simbolismo asociado a la familia de Betania y a figura de María Magdalena, portadora de la jarra de alabastro y del valioso perfume en ella conservado, desvelándonos una lectura esotérica de la Biblia y de los evangelios. El tercer eje revela el gran enigma de los evangelios canónicos, nunca detectado por quienes los estudian desde posiciones académicas y científicas, que consiste en un patrón numérico que a modo de código interrelaciona los versículos de los textos sagrados.
e idénticas palabras» Génesis 11, 1
La torre de Babel y la jarra de alabastro desarrolla tres vertientes extraordinariamente enigmáticas y atractivas.
El primer eje lo constituye el mito de la torre de Babel y su misteriosa relación con el pueblo judío. El segundo eje aborda desde una perspectiva no habitual el simbolismo asociado a la familia de Betania y a figura de María Magdalena, portadora de la jarra de alabastro y del valioso perfume en ella conservado, desvelándonos una lectura esotérica de la Biblia y de los evangelios. El tercer eje revela el gran enigma de los evangelios canónicos, nunca detectado por quienes los estudian desde posiciones académicas y científicas, que consiste en un patrón numérico que a modo de código interrelaciona los versículos de los textos sagrados.