ROSAMONDE
Quizá les es familiar la historia de la Bella Durmiente, por mi parte, siempre la he creído aburrida, así como el resto de los cuentos; ha sido relatada de muy diferentes maneras: algunas malas, algunas pasables y otras simplemente horribles. Ustedes ya saben de qué se trata: al enterarse de que no la invitan al bautizo de la recién nacida hija de los reyes, la malvada bruja se enfada y la pone bajo un conjuro mil veces peor que el agravio. Luego de crecer y llegar a ser insoportablemente bella, un día se pincha el dedo con una rueca y cae dormida por miles de años… hasta que con un dulce beso un guapo príncipe la despierta y rompe el hechizo. Ellos viven felices por siempre, hasta que mueren de viejos. Aunque en esta historia no se habla ni de viejos ni de muerte, porque la gente no gusta mucho de leer acerca de gente vieja que muere.
De todos modos, aquella historia es una sarta de mentiras, lo sé muy bien, porque la historia de la Bella Durmiente se basó en mi historia.
Quizá les es familiar la historia de la Bella Durmiente, por mi parte, siempre la he creído aburrida, así como el resto de los cuentos; ha sido relatada de muy diferentes maneras: algunas malas, algunas pasables y otras simplemente horribles. Ustedes ya saben de qué se trata: al enterarse de que no la invitan al bautizo de la recién nacida hija de los reyes, la malvada bruja se enfada y la pone bajo un conjuro mil veces peor que el agravio. Luego de crecer y llegar a ser insoportablemente bella, un día se pincha el dedo con una rueca y cae dormida por miles de años… hasta que con un dulce beso un guapo príncipe la despierta y rompe el hechizo. Ellos viven felices por siempre, hasta que mueren de viejos. Aunque en esta historia no se habla ni de viejos ni de muerte, porque la gente no gusta mucho de leer acerca de gente vieja que muere.
De todos modos, aquella historia es una sarta de mentiras, lo sé muy bien, porque la historia de la Bella Durmiente se basó en mi historia.