Chicho, un joven ciego de dieciocho años y estudiante de Bellas Artes, decide romper con su pasado y dedicar toda su vida a modelar recreaciones de sí mismo en arcilla. Con su propia imagen idealizada en sus esculturas, pretende encontrarse y llegar a amarse más de lo que le aman, hasta el extremo de enamorarse de sí mismo y perder toda conexión con su entorno tan oscuro como violento. Y así, solo, enamorado y delirante, consigue vivir irrealmente en un mundo luminoso poblado por dioses y diosas, porque un dios no conoce derrotas, que le arrastrará a un desenlace tan inesperado como mágico…
“Estamos ante una historia plenamente homoerótica y plenamente bella”.
Luis Antonio de Villena.
“Estamos ante una historia plenamente homoerótica y plenamente bella”.
Luis Antonio de Villena.