El autor es del parecer de Andrés Neuman de que no se le puede exigir una unidad a un libro de cuentos o de microrrelatos, pues perderían su extrema libertad, que radica en la posibilidad de empezar de cero en cada pieza y, su capacidad de experimentación.
Lady Ofelia… consta de ciento ochenta y siete microrrelatos o historias mínimas y está estructurada en cinco secciones (I. Dioses, mitos y héroes, II. De la literatura, III. La vida en prosa, IV. De varia ficción y V. Variaciones y otras brevedades) aparentemente distintas, pero, de alguna forma, complementarias. Los textos pertenecen a diferentes lógicas narrativas, sin embargo, siempre hay unas sinergias entre los distintos textos; hay en ellos vasos comunicantes, hilos que se entrecruzan, temas o motivos recurrentes: la palabra, la literatura, el oficio de escritor, el gusto por los libros, los mitos, las religiones o los cuentos. Están también presentes el amor, el tiempo, el misterio, el cine, el género negro, la frustración, etc. Textos cargados de intertextualidad y metaliteratura.
Su extensión oscila entre una línea o poco más y doscientas palabras y, en ningún caso, sobrepasan la página.
El libro es un bocado apetecible de historias breves e hiperbreves, ficciones súbitas, reflexivas y brillantes.
Como en todo libro de microrrelatos o minificciones, se convoca al lector a que participe activamente. Textos de una gran brevedad que a su vez exigen concisión e intensidad. En definitiva, hablamos de creaciones que se pueden leer muy rápido pero donde una relectura sería lo ideal.
Lady Ofelia… consta de ciento ochenta y siete microrrelatos o historias mínimas y está estructurada en cinco secciones (I. Dioses, mitos y héroes, II. De la literatura, III. La vida en prosa, IV. De varia ficción y V. Variaciones y otras brevedades) aparentemente distintas, pero, de alguna forma, complementarias. Los textos pertenecen a diferentes lógicas narrativas, sin embargo, siempre hay unas sinergias entre los distintos textos; hay en ellos vasos comunicantes, hilos que se entrecruzan, temas o motivos recurrentes: la palabra, la literatura, el oficio de escritor, el gusto por los libros, los mitos, las religiones o los cuentos. Están también presentes el amor, el tiempo, el misterio, el cine, el género negro, la frustración, etc. Textos cargados de intertextualidad y metaliteratura.
Su extensión oscila entre una línea o poco más y doscientas palabras y, en ningún caso, sobrepasan la página.
El libro es un bocado apetecible de historias breves e hiperbreves, ficciones súbitas, reflexivas y brillantes.
Como en todo libro de microrrelatos o minificciones, se convoca al lector a que participe activamente. Textos de una gran brevedad que a su vez exigen concisión e intensidad. En definitiva, hablamos de creaciones que se pueden leer muy rápido pero donde una relectura sería lo ideal.