Andrea Martínez Cisneros, viaja desde Xalapa, Veracruz, en México, cruzando el océano, hasta una de las ciudades que ostenta varias de las joyas arquitectónicas más valiosas de la era medieval. Un sueño cumplido gracias a una Beca por la que luchó durante meses: distribución de espacios y diseño de fachadas para “El Museo de la Evolución Humana”.
La ubicación de aquel edificio, que ya tenía los cimientos levantados, tenía su propia historia y, ante los ojos soñadores y analíticos de Andrea, señales que aguardaban entre las calles más antiguas de Burgos durante mil años a ser interpretadas, le marcaron un camino que, hoy, todo hombre puede encontrarse si prestara atención y que todos han obviado a lo largo de los siglos.
Andrea intentará sacar a la luz su descubrimiento. Pero, comprobará que nunca debió seguir aquel rastro.
La ubicación de aquel edificio, que ya tenía los cimientos levantados, tenía su propia historia y, ante los ojos soñadores y analíticos de Andrea, señales que aguardaban entre las calles más antiguas de Burgos durante mil años a ser interpretadas, le marcaron un camino que, hoy, todo hombre puede encontrarse si prestara atención y que todos han obviado a lo largo de los siglos.
Andrea intentará sacar a la luz su descubrimiento. Pero, comprobará que nunca debió seguir aquel rastro.